Los huevos de chocolate son los elegidos para el festejo de las Pascuas. Diversos colores, con o sin decoración, con sorpresas o rellenos, y este último tiempo también se pusieron de moda las mitades huevos rellenos. Pero, ¿cómo nace la costumbre de consumir huevos de chocolate en el domingo de Pascuas de Resurrección?
La historia que más adeptos tiene sostiene que la simbología del huevo de Pascua comenzó en la Edad de Hielo, una época en la que la temperatura global de la Tierra bajó drásticamente, se expandieron los casquetes polares y los glaciares, y los ecosistemas se transformaron de forma abrupta.
Apenas quedaban previsiones para sobrevivir en el duro frío. Entonces, con la llegada de la primavera, miles de aves arribaron desde el sur y comenzaron a poner huevos transformándose así en el único alimento de los seres humanos hasta la temporada de caza. Fue a partir de allí que se adoptó la costumbre de consumir huevos en la misma época del año como forma de agradecimiento a aquel "milagro".
Con el tiempo, esta tradición se expandió cada vez más y fue a inicios del siglo XIX que se hizo muy popular en el Hemisferio Norte, lugar en donde en esta época del año precisamente comienza la primavera.
Sin embargo, y sosteniendo esta explicación, la Iglesia Católica prohibió el consumo de huevos por considerarlos carne, un alimento que no se ingiere durante los cuarenta días previos a la Resurrección de Cristo. O sea, el día de Pascua.
A raíz de esta medida, la gente comenzó a producir huevos de chocolate y a pintarlos para diferenciarlos de los frescos. Con el correr de los años y debido a la gran popularidad desatada, la religión incorporó los huevos de Pascua hasta transformarlos en un símbolo universal. Para muchos, el huevo se asemeja a la resurrección como un símbolo de vida nueva.
Otras teorías
Otra de las teorías se fundamenta en la Antigua Egipto, donde para los dioses el huevo representaba un papel fundamental, puesto que era el origen de la vida y aparecía graficado en diversos jeroglíficos. Incluso hasta el día de hoy, el huevo tiene un rol protagónico en la pascua egipcia, porque también representa el inicio de la primavera, que es la época de mayor fertilidad para las cosechas.
Una segunda corriente se ubica en un pueblo germano antiguo del siglo II, aproximadamente. En ella, aparece la figura de Eostre, diosa de la luz naciente del día y de la primavera. Al parecer, su símbolo eran los huevos y los conejos como representación del nacimiento y de la abundante reproducción. Al parecer, de ella surge el término inglés para Pascua, "Easter".