Una azafata profesional de una aerolínea argentina viajaba quincenalmente a Buenos Aires proveniente de Alemania, era recibida en la puerta de su hotel por un perro callejero.
La primera interacción entre la profesional de la compañía de aviones de nombre Olivia Sievers, acarició a Rubio y le dio comida. Desde entonces el canino comenzó a seguirla y se sentaba afuera del recinto para verla.
Desde luego se acostumbró a esperarla afuera del recinto. Para Rubio no era opción alejarse mucho de su nueva amiga. Aunque Olivia debía visitar la ciudad argentina cada cierto tiempo, siempre lograba ver a su querido amigo.
“La primera vez que recuerdo traté de cambiar mi rumbo porque no quería que Rubio me siguiera al hotel, pero él siempre me observaba y me seguía. Nunca olvidó el primer encuentro». Dijo la mujer a un medio de comunicación que se enteró de la historia.
Olivia se encariñó con el canino hasta el punto que gestionó dejarlo en un albergue. Pero Rubio no tardó en correr y regresar al hotel para esperarla. Sin duda, era una muestra de su amor canino hacia esta bondadosa mujer.
Olivia terminó accediendo ante él y decidió adoptarlo, por lo que hizo los trámites necesarios y lo llevó con ella a vivir en Alemania. De esta forma Rubio se salió con la suya, ahora juega libremente en el patio de su casa.
Han pasado 5 años desde que Olivia decidió acoger a Rubio, y el cariño solo ha crecido con el tiempo. Además, promueve la adopción de perros callejeros que están disponibles para compartir su amor con cualquier ser humano.