El caso de Alejandro Benitez, quien encontró la muerte en Bolivia, despertó una serie de reclamos en cuanto a la reciprocidad de trato que existe entre el país vecino y la Argentina. El malestar se extendió sobre una cuestión de fe.
A través de las redes sociales se abrió un nuevo debate en base a un polémico pedido: al menos en Salta, algunas personas quieren que se suspendan las fiestas en honor a la Virgen de Urkupiña como forma de protesta.
Consideran que al tratarse de una de las advocación más popular en el Estado Plurinacional, considerada santa patrona por miles de fieles, no se debería permitir que la comunidad boliviana tenga la posibilidad de celebrar su devoción al menos hasta que se restablescan los vinculos y buen trato".
La polémica surge a un mes de la fiesta principal de la "Mamita de Urkupiña" que se celebra el 15 de agosto.
