El Ministerio de Salud Pública comparte información sobre los efectos nocivos del humo producido por incendios forestales y recomendaciones para evitar problemas en la salud, especialmente en las personas más vulnerables, como adultos mayores, embarazadas, niños e individuos con afecciones respiratorias y cardíacas.
El humo de incendios forestales puede causar daño de muchas maneras: afectar los ojos, irritar el aparato respiratorio y agravar enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas.
Ese humo se compone de una mezcla de gases y pequeñas partículas emanadas por la vegetación y otros materiales al quemarse. Cuando la cantidad de humo en el ambiente es abundante, cualquier persona puede sufrir alguna consecuencia, como:
- Tos
- Dificultad para respirar normalmente
- Ardor en los ojos
- Irritación en la garganta
- Secreción nasal
- Irritación de los senos paranasales
- Sibilancias
- Dolor de pecho
- Dolor de cabeza
- Ataques de asma
- Cansancio
- Latidos cardíacos acelerados
Quienes tienen más probabilidades de enfermarse si respiran el humo de un incendio forestal son los adultos mayores, las mujeres embarazadas, los niños y las personas con afecciones respiratorias y cardiacas preexistentes.