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Radio Dínamo: 25 años acompañando la revolución del éter en Salta

Una señal que nació y comenzó a transmitir desde el sótano de una casa de muebles, se convirtió con el tiempo en un faro para diferentes minorías que planteaban otras narrativas a la salteñidad hegemónica.

Radio Dínamo: 25 años acompañando la revolución del éter en Salta

“Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival Sacro de Ricardo Wagner, 'Parsifal', con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli, y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten”.

Estas fueron las primeras palabras emitidas frente a un micrófono de radio. Sucedió el 27 de agosto de 1920 y la voz pertenencía a Enrique Susini, quien desde la terraza del teatro Coliseo en la Ciudad de Buenos Aires daba el puntapié inicial a una historia de pasión argentina: la radio.

Claro que Susini no estaba solo en esta cruzada, lo acompañaban César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, quienes a partir de ese día serán bautizados como “los locos de la azotea”, cuatro jóvenes estudiantes de medicina y radioaficionados que revolucionaron para siempre la comunicación. Con aquella primera transmisión, que solo escucharon alrededor de 100 personas, comenzaban a transformar las formas de comunicación y la manera de comunicar.

Desde el sótano

Unos cuantos años después, y bastantes kilómetros al norte de Buenos Aires, la provincia de Salta sería testigo del nacimiento de una radio, esta vez no desde la terraza, sino desde el sótano de una casa de muebles, un sueño que literalmente surgió de abajo hacia arriba.

Diego Subirada se sienta a conversar a pocos metros de donde se encuentra instalada actualmente Radio Dínamo, mira el horizonte y comienza a hilvanar una historia tras otra, intentando que su memoria no le juegue una mala pasada al relatar el devenir de una frecuencia que lo tiene protagonista por la mitad de sus años.

"Cuando volví de estudiar Comunicación Social en Córdoba tenía el sueño de trabajar en diarios, me gustaba mucho. Pero un día me dicen ‘vos que estudiás comunicación, ¿querés venir a un programa de radio?’, y fui. Era un programa humorístico, me dio curiosidad y empecé a preguntar cómo era esto de hacer radio”.

El espíritu inquieto de Subirada, a quien todos conocen como “Pirucho” o simplemente “Piru”, pudo dar cuenta de la facilidad que había en ese momento histórico para “meterse” en una frecuencia. "Era una nebulosa la regulación, te ibas legalizando con el tiempo y así surgió. En ese momento los equipos no eran tan caros, y con una pequeña inversión se podía largar una FM. Pedí plata prestada a mis padres, que pagué con trabajo en una mueblería familiar, y en ese mismo lugar, en un sótano que era un depósito, arrancamos la transmisión”.

En aquel arrumbado espacio comenzó a funcionar Radio Dínamo, que debe su nombre a una frase ni más ni menos que de Carlos Marx, “’La revolución es el dínamo de la historia’, era la frase, y nosotros pensábamos que Dínamo iba a hacer algo así como una revolución de la radio. Con ese espíritu, en un rincón donde había unos enchufes, salimos al aire”.

Aquella primera locación tenía sede en la calle Siria al 500 y pretendía comenzar en 1997, pero algunos fallos en los cálculos, la impericia propia de los primeros pasos y componentes que tardaban en llegar desde las grandes ciudades, hizo que se posponga hasta el 1998 el inicio en el espacio radial.

El dínamo comienza a girar

El inicio radial dejaba de ser un sueño para convertirse en una realidad palpable. Dínamo emitía y la radio comenzaba a tener una audiencia ávida de rock y contracultura salteña. “Arranqué solo y nos empezó a ir muy bien. Acababa de recibirme, venía de escuchar todos los medios, tenía un súper proyecto pero comencé a darme cuenta de la imposibilidad en cuanto a lo económico para sostener el proyecto. Ahí fue el primer golpe, yo no tenía grandes aspiraciones económicas, pero así todo se nos hizo duro. En Salta no había empresas, casi no había agencias publicidad y ahí estuvo el primer gran choque con una realidad que desconocía”, comenta Pirucho.


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