Las tarifas de Salta, Neuquén y Chubut son las más caras del país: las boletas superan los $4.500 por mes. En el otro extremo se encuentra el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde el servicio de energía eléctrica tiene un valor promedio de $1.700.
Ese contraste explica, en parte, las críticas de la ciudadanía salteña por los altos incrementos en las boletas. De allí los reclamos desde los departamentos Orán, San Martin, Rivadavia y Anta, donde además de consumir más energía por las altas temperaturas, el servicio es intermitente.
De allí que, a pesar de la bonificación dispuesta por el gobernador Gustavo Sáenz al definir «zonas cálidas», ciudadanos de Orán decidieron viajar hacia la Capital para reclamar en la Casa de Gobierno que retrotraigan las tarifas a noviembre del año pasado, entre otras cosas.
La facturación en Salta de un usuario ubicado en el segmento medio-bajo con un consumo mensual de 250 KWh oscila los $4.716, de los cuales $3.402 son imputados por consumo neto, $496 de cargos adicionales y $818 en impuestos, entre nacionales y provinciales.
Esa diferenciación se debe a que en las boletas hay varios factores que inciden en el precio final: la generación, el transporte, la distribución y la carga impositiva. A excepción del costo al inicio de la cadena, los valores restantes son fijados por el ente regulador de cada distrito.
Los datos forman parte de un informe de compañías del sector energético difundidos por Infobae. “Todos pagamos más o menos lo mismo por el costo de energía, solo varía el costo de transporte pero muy levemente. Después tenemos distinto valor agregado de distribución (VAD) y a nivel provincial podemos tener distinta carga impositiva”, explicó al portal Cecilia Laclau, presidente de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico.