En el año 1882, las puertas de la Catedral Basílica de Salta finalmente se abrían y las tres naves que la componen eran expuestas y visitadas por los creyentes. La obra demoró 20 años.
El último obispo de Salta, monseñor Julio Campero y Aráoz, antes de 1934 inició, de su propio peculio, la decoración del presbiterio y, después, el arzobispo de Salta, Monseñor Roberto J. Tavella, logró hacer decorar totalmente el templo, contratando los servicios del pintor Pedro Martínez.
El 14 de junio de 1941, por Decreto 95687 del Poder Ejecutivo Nacional, como Monumento Histórico Nacional. Hoy parte de la mampostería de este edificio histórico, cayó en el ingreso, sobre el sector izquierdo de la nave central.
La caída de un sector de los balcones ocurrió pasadas las 17,20. Hay que recordar que el templo abre sus puertas a las 17 para el ingreso de los fieles y los turistas que la recorren.
El presbítero Javier Romero informó que la Catedral no está cerrada. "Queremos llevar tranquilidad a los devotos. El ingreso por las puertas principales se suspendió para evitar un posible accidente y se habilitó solo el ingreso por la puerta lateral", expresó el sacerdote que detalló que el accidente solo generó daños material, ya que la caída de la mampostería rompió dos bancas que se estaban en el sector.
El sector afectado
Sobre la parte superior de la galería central y la cúpula se puede ver una serie de pasillos, que se utilizan para la abertura y cierre de los ventanales y para la colocación de toda la luminaria de la Catedral. Los vitrales son de distintos estilos y ofrecen una serie de escenas que tiene que ver con el credo, como la del Sagrado Corazón de Jesús, que si bien no está a la vista del público se ubica en la parte posterior del altar mayor.
En los techos posteriores del altar mayor se puede ver la escena de Jesucristo vestido de sacerdote y con los pies descalzos. Este fresco decora lo que se conoce como el Coro de los Canónigos. En otros tiempos, este espacio estaba destinado a la reunión de los obispos. Ahora, cuando se realizan grandes celebraciones, está destinado para la reposición de fuerzas de algunos sacerdotes.
En este espacio, donde la luz ingresa con dificultad y donde se puede ver la grandeza de la obra del altar mayor, que estuvo a cargo de Francisco Righetti hasta 1876, se ubica en la actualidad el sagrario.
A la espera de obras
El sacerdote detalló que durante la tarde se contó con la presencia de una escribana para que tome acciones sobre los sucedido, ya que se debe recordar que al tratarse de una edificio que pertenece al Patrimonio de la Provincia y la Nación, las intervenciones que se tomen al respecto deben estar autorizadas.
"Ahora debemos seguir los pasos que corresponden a la espera de que las autoridades nos expresen que medidas tomar", expresó Romero y reiteró que para evitar algún accidente con los fieles y por temor a un nuevo desprendimi
