El Servicio Geológico y Minero de Chile desató el alerta naranja, el 28 de enero pasado, ante los indicios de una inminente erupción de Láscar y todas las actividades de los organismos públicos y de las actividades privadas quedaron en el centro de las discusiones.
Los que ya salieron a expresar una definición sobre lo que harán, en caso de erupción, son los operadores del Tren a las Nubes.
"Estamos atentos a las definiciones por la situación en el Láscar de las autoridades nacionales y provinciales, como así también en contacto permanente con las fuerzas de seguridad como Gendarmería y Policía de la Provincia que tienen contacto directo con quienes están monitoreando permanentemente el volcán", dijo Jorge Sebastián Vidal Nasif, presidente del Directorio de Servicios Ferroviario Turístico Tren a las Nubes.
Para el operador turístico, como al resto de los que están diagramando actuaciones, el antecedente de la erupción del 93, sirve de guía en cuanto a definiciones. Esa última erupción de lava y ceniza del Láscar se registró en abril de 1993 y tuvo graves consecuencias para la vida de las personas, los animales y las plantas en toda la zona de los Andes y de los valles de verdes de Salta.
"Yo era muy chico en el 93, pero tenemos los registros. Si se llega a una erupción que descargue tanta cantidad de cenizas, así como lo están diciendo los especialistas, vamos a suspender las actividades del Tren a la Nubes. Reprogramaremos, pero nosotros vamos a cuidar las vidas y salud de nuestros clientes como así también la de nuestros trabajadores. Casi toda la excursión atraviesa el territorio que sería afectado, por lo que tomaremos esa decisión drástica, pero necesaria", dijo Vidal.
El volcán está ubicado en la región de Antofagasta, a 70 kilómetros de San Pedro de Atacama y a menos de 60 kilómetros de la frontera con Argentina. Hay 170 kilómetros, en línea recta, entre el volcán y San Antonio de los Cobres. Están en una zona con incidencia directa, ya que según los especialistas la predominancia de los vientos del sudeste arrastra los restos del volcán hacia nuestra provincia.
"Estamos analizando además las consecuencias de las cenizas en las máquinas, en los vehículos que utilizamos para transportar a nuestros visitantes. No queda otra que suspender toda actividad y lamentar que se corte esta temporada de verano que veníamos disfrutando hasta con nieve en la parte alta de nuestra cordillera", concluyó el presidente.
Mapa vial
La experiencia del Tren a las Nubes comienza con salida en vehículos desde la ciudad de Salta, para recorrer por la RN 51 las localidades de Campo Quijano, Gobernador Solá, El Alfarcito y Santa Rosa de Tastil, con un desayuno autóctono. Siguen viaje por la Quebrada de las Cuevas, la llanura de Muñano para llegar hasta San Antonio de los Cobres, corazón de la Puna salteña. Todo ese tramo también estará afectado en caso de erupción grande del Láscar.
Antes del mediodía la gente sube recién al icónico Tren a las Nubes donde para recorrer la precordillera de los Andes hasta el Viaducto La Polvorilla, a 4.220 msnm. Ese es el punto más cercano al volcán, con 163 km de distancia en línea recta y en contra de la dirección del viento.
Características técnicas de alerta naranja
El volcán Lascar es un estratovolcán compuesto que se encuentra ubicado en la región de Antofagasta, completamente en territorio Chileno, ubicándose en el puesto N°14 del ranking de riesgo volcánico del vecino país, siendo el volcán más activo del norte de Chile. Las localidades más cercanas ubicadas en territorio argentino se encuentran en el noroeste de nuestro país en las provincias de Jujuy y Salta en un radio entre 170 – 300 km de distancia desde el volcán, encontrándose localidades como San Antonio de los Cobres y Susques, entre otras, a aproximadamente 170 km del volcán y las capitales provinciales de Salta y San Salvador de Jujuy a casi 300 km de distancia del volcán.
El cambio de nivel de alerta técnica se encuentra asociado al aumento de sismicidad registrado en el día jueves 26 de enero por la mañana, en la forma de eventos relacionados a la dinámica de fluidos volcánicos y con características de los registros que hacen presumir su origen a niveles someros. Este tipo de actividad, y sus energías mayores a las habituales, son comunes tanto en procesos eruptivos en curso como previo a la ocurrencia de emisiones de material volcánico a la superficie. Se destaca que la actividad en el Láscar presenta similitudes con la ocurrida en los procesos eruptivos de energía moderada ocurridos en los últimos tiempos, tal como el pasado 10 de diciembre de 2022.
La actividad superficial observada se mantiene con desgasificación pasiva de baja energía. Sin embargo, debido a las características del evento registrado y considerando el registro histórico instrumental para este volcán, se esperaría la ocurrencia de explosiones similares a las registradas recientemente, considerando una potencial área de afectación de 3 km en torno del cráter activo del volcán.
