En medio de su conflicto con L-Gante por la cuota alimentaria, Tamara Báez se la pasa recibiendo mensajes crueles donde le dicen que se quiere gastar la plata de su hija en retoques y teléfonos de última generación. Este viernes una gota rebalsó el vaso y no dudó en escrachar a un seguidor que la mandó a trabajar y le dijo larva.
Indignada, la influencer arrobó al centro médico de rehabilitación neuromotriz donde él trabaja y disparó: “Hoy me levanté con ganas de que vean lo asco que son algunos. Alpi, no da que tengan gente así trabajando”. Su posteo no pasó desapercibido entre las autoridades del lugar, que emitieron un comunicado al respecto.
“Atento a lo sucedido con un empleado de esta institución, queremos informar que se tomaron las medidas correspondientes del caso. Asimismo, queremos aclarar que los comentarios que fueron realizados de manera personal y en forma privada a través de las redes sociales, no reflejan en absoluto el espíritu de Alpi. Estos comportamientos de ciberacoso no representan ni la misión ni los valores de nuestra institución”, expresaron. Al leerlo, Tamara celebró con emojis de manos aplaudiendo que su queja fue escuchada.
De qué vive Tamara Báez
Cansada de que la acusen de vivir del dinero de su expareja, Tamara Báez dio a entender en las redes que sobrevive económicamente gracias a lo canjes y las publicidades, ya que varias marcas le pagan por promocionar sus productos. Además, dijo que también trabajaba en un boliche, por lo que sus seguidores interpretaron que hacía presencias.
Tras aclarar que tiene el secundario terminado, la influencer anticipó que el próximo año le gustaría estudiar, aunque no aclaró qué carrera.