En medio de expectativas y sorpresas, el flamante intendente de Tartagal, Franco Hernández Berni, encontró un municipio vacío y desvastado. Ante la situación, y la coyuntura nacional, el mandatario norteño puso en marcha un aumento del 200% en las tasas del municipio.
El incremento impositivo, impacta directamente en la economía de los tartagalenses y, como era de esperarse, genera críticas y descontento en la comunidad. Hay quienes consideran que el 200% es desproporcionado, especialmente en un contexto de crisis económica que afecta a la región, sin embargo, también es remarcable el gran atraso que poseían las tarifas municipales en la cabecera del departamento San Martín.
Los concejales locales aprobaron esta medida, respaldando la decisión del nuevo intendente. Este aumento también tiene repercusiones directas en los ingresos de los concejales, ya que sus sueldos están vinculados a los impuestos recaudados.
Como consecuencia de este aumento impositivo, el sueldo de los concejales creció notablemente, alcanzando la cifra de $600,000 mensuales. Este hecho ha exacerbado aún más la molestia de los ciudadanos, quienes ven con desagrado que, mientras ellos enfrentan mayores gastos, los representantes políticos ven incrementados sus ingresos de manera significativa.
La población espera que esta situación sea abordada de manera transparente y que se expliquen las razones detrás de un impuestazo tan pronunciado. La gestión del nuevo intendente comienza con un desafío importante: recuperar la confianza de los ciudadanos y demostrar que estas medidas buscan el beneficio real de la comunidad.