Un día después de ser eliminado de Gran Hermano 2022 con el 76,47 % de los votos, Agustín Guardis se enfrentó a Santiago del Moro y los analistas de El Debate.
El joven oriundo de la ciudad de La Plata, apodado por el público como Frodo, había pasado de ser el favorito de la gente a ser el más repudiado por una serie de comentarios, que incluían la confesión sobre las fotos de mujeres desnudas que guardaba para utilizarlas llegado el caso, su obsesión por Julieta Poggio y su intención de estar con Lali Espósito, aún sin su consentimiento, en caso de la cantante entrara al reality.
A raíz de estas desafortunadas declaraciones del participante, quien gracias al apoyo de grandes figuras como Coscu, Bizarrap, Duki y Sergio el Kun Agüero que invitaron a sus seguidores a subirse a la Frodoneta había tenido su pico de popularidad en las primeras semanas del certamen, el conductor del ciclo aseguró que había pasado de ser “un abusado a un abusador”. Y es que, en un principio, todos se habían solidarizado con él por el supuesto acoso que había sufrido por parte de sus compañeros. Así las cosas, la familia del hermanito le exigió a Del Moro una retractación a través de las redes sociales. Y todo esto hizo que el encuentro entre ambos fuera de lo más tenso.
“Sos un caso muy extraño en este programa, en la Argentina y en el mundo. Y te voy a decir de frente, ahora que te tengo acá, un montón de cosas que se dijeron y que dije personalmente de vos. Porque no fuiste un participante más. Nunca había visto que la gente amara tan rápido a alguien. Vos pasaste de ser un pibe que pasaba desapercibido en ese grupo de 18 a un mimado por parte del público. Club de fans, famosos que hacían campaña por vos... Eso duró una semana. Y pasó algo en un momento que todo eso se vino en contra”, fue lo primero que le dijo Santiago a Agustín.
Y luego siguió: “De hecho, yo públicamente el otro día, hablaba de abusador y abusado. Porque en un momento a vos se te señaló como una persona abusada dentro de la casa, porque Thiago (Medina) te había hecho una caricia, porque también eras señalado por tu sexualidad, supuestamente, o por un montón de cuestiones. Eso hace a la convivencia. Vos, teniendo todo el poder para ir al confesionario, nunca hiciste alarde de ningún tipo de maltrato ni nada. Tenías herramientas para defenderte y, de hecho, se notó en la casa. Pero a mí me llama mucho la atención cómo se puede endiosar tan rápido a alguien y al rato ese puede ser el señalado para irse”.
Frente a esto, Guardis hizo su análisis. “Está bueno que lo hablemos, porque a eso venía hoy. Un poco lo anticipaba, que tenía planeado salir esta semana o la otra, en todo caso. La salida de la casa fue la parte uno de mi jugada. Hoy acá con todos ustedes es la parte número dos. Y pronto se viene la número tres. Lo que pasó fue que el juego no es perfecto y todas las jugadas no salen como uno quiere. Aunque el efecto es el deseado que es el estar acá, no es como yo pensaba salir”, dijo tratando de convencer al conductor de que todo formaba parte de su estrategia para obtener información de afuera. Pero nadie le creyó.
“Jugué tres semanas a cambiar mi comportamiento, que me costó muchísimo porque no es algo propio de mí ser como me han visto. Me he puesto un poco más pedante, me puse un poco más baboso por no decir paje...”, siguió explicando Agustín, asegurando que todo había sido adrede para que lo sacaran de la casa. Sin embargo, del Moro insistió: “Un puede decir un montón de cosas, pero hay temas que son graves. Y hay algo que a mí me interpela que tiene que ver con el ciberacoso”. Entonces, después de mostrar la confesión del participante adentro de la casa, escuchó su explicación para lo que él consideraba una “extorsión”.
“No es algo lindo, fue un comentario totalmente desafortunado. Yo utilicé esa herramienta de juego pero fue equívoca. Esto no existe. Lo único que tengo en mi Drive son papers, proyectos de investigación inconclusos y letras de canciones que nunca voy a publicar”, señaló Agustín. Y después repitió varias veces: “Me mandé un moco enorme”, dijo.