El cáncer de vejiga es un tipo frecuente de cáncer que comienza en las células de la vejiga, órgano muscular hueco que se encuentra en la parte inferior del abdomen y que almacena la orina. Sólo alrededor de la mitad de las personas a las que se diagnostica esta enfermedad avanzada sobrevive más de cinco años debido, sobre todo, al diagnóstico tardío y a la recurrencia de la enfermedad. En cambio, si el cáncer se detecta en una fase temprana, más del 80% de los pacientes sobrevive al menos cinco años.
Las pruebas para detectar mutaciones genéticas en la orina pueden descubrir el cáncer de vejiga años antes de que la enfermedad muestre síntomas clínicos, según demostró una nueva investigación presentada en el Congreso anual de la Asociación Europea de Urología (EAU), que se celebró en la ciudad italiana de Milán.
“El diagnóstico del cáncer de vejiga se basa en procedimientos caros e invasivos como la cistoscopia, que consiste en introducir una cámara en la vejiga. Disponer de un análisis de orina más sencillo que pudiera diagnosticar con precisión e incluso predecir la probabilidad de cáncer con años de antelación podría ayudar a detectar más cánceres en una fase temprana y evitar cistoscopias innecesarias en pacientes sanos”, dijo la doctora Florence Le Calvez-Kelm, del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de Lyon (Francia).
Mutaciones de diez genes que pueden predecir el cáncer de vegija
El estudio fue realizado por investigadores de Francia, Irán y Estados Unidos e identificó mutaciones en diez genes capaces de predecir el tipo más común de cáncer de vejiga hasta 12 años antes del diagnóstico. La investigación se basó en la prueba UroAmp, un análisis general de orina que identifica mutaciones en 60 genes, desarrollado por una empresa derivada de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón (Estados Unidos).
Basándose en estudios anteriores para identificar mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer de vejiga, el equipo de investigación redujo la nueva prueba para centrarse en las mutaciones de los citados diez genes. Así, probaron la posible nueva prueba con muestras de 50.000 participantes durante una década. La prueba fue capaz de predecir con exactitud el futuro cáncer de vejiga en el 66% de los pacientes que finalmente lo desarrollaron.
La opinión de los especialistas
“Hemos identificado claramente cuáles son las mutaciones genéticas adquiridas más importantes que pueden aumentar significativamente el riesgo de que se desarrolle un cáncer en un plazo de diez años. Nuestros resultados fueron coherentes en dos grupos muy diferentes: las personas con factores de riesgo conocidos sometidas a cistoscopia y las que se suponía que estaban sanas”, explicó la doctora Le Calvez-Kelm.
Por su lado, el doctor Joost Boormans, miembro de la Oficina del Congreso Científico de la EAU y urólogo del Centro Médico de la Universidad Erasmus de Rotterdam, señaló: “Una investigación de esta naturaleza es muy alentadora, ya que demuestra que nuestra capacidad para identificar alteraciones moleculares en biopsias líquidas como la orina que podrían indicar la presencia de cáncer mejora constantemente”.
“Un análisis de orina para detectar mutaciones genéticas podría ser útil para reducir el número de cistoscopias y exploraciones en pacientes con cáncer de vejiga que se someten a seguimiento para detectar recidivas (repetición de una enfermedad poco después de terminada la convalecencia), así como en aquellos remitidos por la presencia de sangre en la orina. Un simple análisis de orina sería mucho más fácil de realizar para los pacientes que los procedimientos invasivos o las exploraciones, además de ser menos costoso para los servicios sanitarios”, añadió.