La caída sostenida de las ventas, de la mano de la inversión que deben realizar los comerciantes afectado por el incendio en el mercado San Miguel hace peligrar la actividad.
María quien tenía su puesto en el sector de calle Urquiza, sostuvo que las ventas “vienen bajas” y que a pesar de estar apostada en la vereda la situación se vuelve cada vez más desesperante.
Dijo que, si bien tienen paciencia al momento de esperar a una solución tras el siniestro pero, aseguró que la incertidumbre los hace atravesar un mal pasar.
Asimismo, manifestó que lamentablemente por la ubicación no pueden tener algunos productos que eran consumidos a diario por los clientes, al tiempo de que señaló que tuvieron que volver a invertir en la mercadería que fue consumida por las llamas.