El caso de Zaira demostró la desidia que existe hacia los más carenciados desde la administración de Gustavo Sáenz.
La nena de 12 años cuya madre murió tras sufrir un cáncer de útero y quedó huérfana junto a su hermanito. Desde hace varios meses estaba postrada en la cama, quedó ciega y los chanchos le comieron algunos dedos, volvió a ser noticia el día de hoy.
Zaira llegó a Salta hace dos meses en un cuadro muy complejo de salud, donde su vida peligraba, ya que tenía un cuadro de desnutrición y deshidratación grave. La niña wichi, llegó junto a su abuelo Aurelio, luego de que el gobierno de la provincia y el Gerente del Hospital Materno Infantil gestionaran todo para traerla a la capital salteña.
Hoy, Zaira es trasladada al Hospital de Embarcación para seguir siendo atendida y poder darle una mejor calidad de vida. El Dr. Federico Mangione, gerente del Hospital Materno Infantil, expresó que la menor va a permanecer en el nosocomio de su localidad con respirador e indicó que “no hay muchas posibilidades que Zaira vuelva a su casa por su enfermedad degenerativa”.
