El caso de Zaira es una fiel muestra de la Salta que nos duele y no quisieramos que exista jamás. Se trata de una niña de 12 años que vive en una situación angustiante por donde se la mire. Hace un tiempo su mamá murió tras sufrir un cáncer de útero y quedó huérfana junto a su hermanito. Está postrada, quedó ciega y para peor chanchos le comieron algunos dedos.
La menor quedó a cargo de sus abuelos y vive en una choza en Misión Chaqueña. Su historia se hizo viral hace algunos días, cuando una vecina y amiga de la familia se animó a publicarla en redes sociales.
Sus necesidades son totales, ya que la familia vive en situación de abandono y extrema pobreza. No tienen beneficio alguno del Estado ya que no cobran pensiones y sobreviven apenas con la venta esporádica de artesanías.
"Era una niña llena de vida, iba a la escuela, jugaba, como cualquier niño de su edad. Al parecer entró en depresión, por la falta de su mamá y dejó de comer. Está con un cuadro de desnutrición muy grave, perdió totalmente la vista y ya ni habla. Es muy triste. Y es inevitable mirar a otro lado. No entiendo por qué pasan estás cosas. El sistema está mal, esta niña en su momento si hubiese recibido apoyo psicológico, quizás podría haberse evitado está situación", había reclamado Diana, la denunciante.
Lo que exigen es que autoridades del Gobierno provincial tomen cartas en el asunto y brinden la atención que requiere con urgencia.
La vergonzosa asistencia
Desde la Municipalidad de Embarcación apenas les enviaron un trozo de plástico negro (de los que se utilizan para silo-bolsa) para que pudieron "tapar" las aberturas de la vivienda.
Cada 15 días aparece personal de Salud que se encarga de cambiar la zonda por la que Zaira se alimenta. Eso es todo.
QPS