La Economía del Conocimiento exportó durante el año pasado USD7.834 millones y sumó hasta el tercer trimestre 481.000 empleos, ambos valores récord para los respectivos períodos.
En el sector advierten que el principal factor que influyó en las ventas externas fue el encarecimiento de los precios a partir del atraso del dólar más que por un crecimiento de la actividad. También advierten que por la fuga de talentos que produce la brecha cambiaria Argentina perdió un ingreso de USD2.000 millones en 2022. Sin embargo, hay optimismo por el consenso en las fuerzas políticas sobre el potencial de desarrollo que tiene esta industria.
La entidad que nuclea a las principales empresas de la Economía del Conocimiento, Argencon, publicó este miércoles su informe sectorial llamado Argenconomics. De allí se desprende que, en base a datos del Indec, las exportaciones totalizaron el año pasado los USD7.834 millones, con un crecimiento de 19,4% respecto a 2021. Un valor que superó el récord de 2017. El rubro que más se destaca es el de servicios profesionales (jurídicos, contables, arquitectura, entre otros) con un alza de 22,5% anual. El segundo segmento de mayor incremento fue el informático, con 17,9%.
La entidad resaltó que ese aumento de las ventas al mundo respondieron más al efecto del mayor precio en dólares de los servicios que a un mayor volúmen de actividad sectorial. Esa dinámica, apuntaron, no será sostenible en el tiempo debido a que ese incremento en los costos puede no ser absorbido por el precio de venta, ante una demanda global que se desacelera y se hace más selectiva.
“En 2022 el aumento de los salarios nominales de las industrias del conocimiento en muchos casos superó el 120% anual, dado el estado de alta demanda de empleo del sector y la competencia con salarios internacionales. Esto implicó un encarecimiento real -en dólares- del costo de los servicios exportados, ya que el ritmo de devaluación del dólar oficial fue sólo de 71%. Este efecto trasladado a precios explica el crecimiento del valor nominal exportado”, explicó Argencon.
Empleos y fuga de talentos
Por otro lado, el informe precisó que al tercer trimestre de 2022 el empleo formal de la industria fue de 481.000 puestos. Eso representó el 7,4% del total de empleo privado nacional y un nuevo máximo histórico. “Los servicios informáticos alcanzaron 138.000 empleos, 6,3% más que en igual trimestre de 2021. Los servicios profesionales, por su parte, incrementaron 4,6%, totalizando 333.000 empleos”, detalló el trabajo.
“Se puede inferir que del total del empleo privado nacional de las industrias del conocimiento un valor aproximado al 45% se dedica a servicios de exportación, ya sea con dedicación plena o parcial”, explicó Argencon.
En paralelo, a pesar de que hubo una desaceleración sobre el final de 2022, Argentina mantuvo altos niveles de rotación de personal que en muchas empresas superó el 30% anual. Ese proceso se explica por la llamada “fuga de talentos” que no es más que trabajadores que prefieren brindar sus servicios a compañías del exterior muchas veces de manera informal, que pagan sus honorarios en dólar billete, para aprovechar una brecha cambiaria que osciló entre el 85% y el 130% como resultado de los desequilibrios macroeconómicos.
En definitiva, ese trabajador se las arregla para ingresar los dólares al país para liquidarlos a los tipos de cambio paralelos en donde obtienen muchas veces el doble de pesos que si hicieran esa operación al dólar oficial. Según Argencon, eso le cuesta al país unos USD2.000 millones en exportaciones que no se registran en el mercado formal.
Expectativa por el cambio de Gobierno
Por otro lado, Argencon ponderó el interés de los equipos económicos de todas las fuerzas políticas sobre el sector y sus posibilidades de desarrollo. “En un sentido positivo, debe mencionarse que los equipos económicos de todos los sectores del arco político, que preparan los planes de gobierno para las autoridades que asumirán en el mes de diciembre, han destacado a la economía del conocimiento como uno de los principales recursos estratégicos de nuestro país, capaz de producir no sólo valor económico sino desarrollo federal e inclusivo. Resta observar ahora cómo planean instrumentar las medidas sectoriales que se requieren para hacer realidad este reconocimiento”, afirmaron.
Como síntesis, concluyeron: “En resumen, las condiciones geopolíticas globales abren una importante ventana de oportunidad a la oferta exportadora argentina en todos los rubros de la economía del conocimiento. Las barreras que dificultan un mayor aprovechamiento de esta oportunidad siguen siendo internas, producto del desorden macroeconómico y las peripecias normativas y políticas que continuaron afectando al sector durante 2022. El cambio de gobierno a partir de diciembre de este año abre una nueva posibilidad para realinear los esfuerzos del sector privado con las autoridades ejecutivas y legislativas electas, estableciendo un marco ordenado que permita la definitiva expansión de la economía del conocimiento como un motor sólido del despegue de nuestro país”.