Se presenta a la entrevista con Teleshow con un elegante traje azul, el pelo prolijamente peinado hacia atrás con su color natural y unos anteojos que le dan una onda moderna e intelectual. “Viste qué lookete”, dice Alex Caniggia, risueño, al tiempo que comenta lo feliz que se siente con este nuevo desafío profesional que comenzó este lunes. Todos los días de la semana, a las 14:30 y por El Trece, se pone al frente de Los desconocidos de siempre, un ciclo de entretenimientos que le calza a la perfección. “No se lo pueden perder”, invita el hijo de Claudio Paul Caniggia y Mariana Nannis. Y revela: “Voy a madrugar por primera vez en mi vida. Soy una persona seria ahora, mirame cómo estoy, puedo ser modelo de Dolce & Gabanna”, afirma, orgulloso, mientras muestra su nuevo estilo.
Desde que Alex ganó la primera emisión de El Hotel de los Famosos en el 2022, su vida cambió rotundamente. Se enamoró adentro del reality de la bailarina Melody Luz y obtuvo los 10 millones de pesos que, según contó, se los gastó en apenas dos semanas. “Me fui de viaje y me compré toda la ropa que pude”, confiesa el influencer. “Me encanta la ropa”.
Al mismo tiempo, el hermano de Charlotte aprovechó para llevar a su flamante novia a conocer Europa y, de paso, presentarle a su mamá, que vive en Marbella. “Fue hermoso cuando conoció a mi vieja, después de tantas videollamadas nos fuimos a verla personalmente. Me tomé todas las vacaciones del mundo, tenía que relajar después de estar encerrado tanto tiempo, nos fuimos un mes a pasear por Europa y volvimos súper descansados. Mi mamá estaba súper, le encantó Melody, porque ella es muy tranquila”, afirma Alex.
“No se parecen en nada con mi vieja. Mi mamá siempre está arriba”, dice señalando el techo, al momento de buscar semejanzas y diferencias entre su pareja y Nannis. “Mi vieja es como yo, siempre arriba, en cambio Melody es tranquilita. Yo soy muy parecido a mi mamá, siempre decimos locuras, algunas ciertas, algunas no tanto pero siempre nos mostramos como somos, no somos caretas, somos muy polémicos porque decimos lo que pensamos”.
Ese profundo amor por su madre lo hizo tomar partido por ella cuando se separó de su papá, el reconocido exfutbolista. “Con mi padre no nos hablamos desde hace tres años, no hay relación para nada. Antes tenía un buen vínculo con él, pero cuando se separaron mis viejos cada uno tomó postura por uno, yo por mi vieja obviamente, así que hoy por hoy no hay ningún tipo de relación. Pero él tampoco hizo ningún intento de acercarse a mí, para nada. Y yo tampoco lo voy a hacer”, asegura Alex con la contundencia que lo caracteriza.
Acto seguido, asegura que no le duele estar lejos de su papá. “La verdad, voy a ser sincero: no me importa. No me duele nada, soy una persona que estoy muy enfocada en lo mío. Yo soy un gladiador, un animal, una bestia humana, nada me saca de foco, nada. Así que ahora estoy enfocado en mi nuevo proyecto, que es ser conductor, romperla toda, que es obviamente lo que va a pasar, y por eso estoy muy feliz”, destaca.
El influencer, que en febrero cumplirá 30 años, admite que le hubiera gustado ser conductor de un programa de televisión antes de esta oportunidad. “Perdí mucho tiempo, la verdad es que me di cuenta que tendría que haber sido conductor desde hace años. Es más, voy a revelar algo que me pasó en el momento en que me tomaron una prueba frente a las cámaras, antes de que me eligieran para conducir. Llegó el día de la prueba y ¡pin!, la hice al toque, muy fácil, y ahí me dije: ‘¿Cómo no fui conductor antes?’. Se ve que es un talento que tenía dormido”, considera, sin alardes.
Pero Alex no quiere ser igual a nadie: busca desarrollar su propio camino con su estilo personal. “La verdad que no veo a ningún conductor que sea tan capo como yo. No me quiero agrandar, soy una persona humilde”, avisa. “Al programa yo no le aporté nada porque ya venía con su formato, las reglas son como son y en ese contexto no puedo ser yo al ciento por ciento. A la gente no le voy a mentir, soy un lobo con piel de cordero. Por el horario en el que va, no me deja ser como soy yo porque tengo que acomodarme al público”, enfatiza.
Mientras tanto, está muy feliz con el nuevo camino que ha tomado su profesión. “Siento que llegué a mi tope a nivel profesional, no hay más nivel hacia arriba. Porque, ¿qué más nivel hay en la televisión después de ser conductor?”, interpela, y sin esperar respuesta alguna, continúa: “De ahora en más dejo todos los realities, salvo que, desde luego, me ofrezcan grandes cifras y bueno, ahí lo pensaría”.
Por estos días, su hermana melliza está participando de la segunda emisión de El Hotel de los Famosos. Alex, conocedor a la perfección los pormenores del reality, cuenta que le dio consejos muy claros a Charlotte para ganar el certamen. “Como yo soy el ganador del juego y soy el dueño del hotel -porque ese es ‘mi’ hotel- le conté que el juego duro y fuerte no es fácil, porque hay que convivir con gente y estar encerrado, pero le dije que lo más importante ahí es armar pandilla. ‘Vos concentrate en armar tu clan, ir votando a los demás y así vas sacando a los más fuertes’, le dije”.
Alex especula con que su hermana no tiene planes de enamorarse adentro del hotel. “Bueno, yo tampoco los tenía, pero pintó, pasó, sucedió y bueno, estoy enamorado”, admite, con un gesto completamente diferente y hasta con otro tono de voz. “La relación con Melody sigue hermosa, y sí, soy un romanticón”, profundiza. Y al respecto, reflexiona sobre la idea de que el amor puede cambiar a las personas. “Igual, yo siempre fui así, no es que Melody me haya cambiado porque adentro del reality se ve todo, hay cámaras que te muestran 24/7 y no podés ocultar nada. No puedo hacer ningún personaje durante tres meses y medio, es imposible. Y así fue que salió el corderito a la luz”, bromea.
Ya afianzada la relación, apenas salieron del hotel Alex invitó a su novia a irse a vivir con él. “Por ahora casamiento no, no me gusta”, reconoció. “Con las tareas de la casa nos llevamos re bien, los dos somos muy prolijos y limpitos. A mí me encanta, me la paso poniendo inciensos, soy un romántico, un crack mal. Y además cocinando la rompo, aprendí mucho cuando estuve en Masterchef. A propósito, quiero decir que casi lo gano, y si no hubiera sido porque renuncié tenía otro reality más en el bolsillo. Pero me había cansado, pasaba muchos días cocinando y a mí no me gusta cocinar, bah, algunos días sí, pero en mi casa y no adentro de un programa de cocina. Así que Masterchef no lo gané porque no quise”.
En estas horas Alex y Melody anunciaron que esperan un bebé. “Me gustaría que fuera un nene, porque podría jugar más con él -le dice a Teleshow-. Aunque si viniera una nena, también, en realidad, los dos me gustaría. ¡Mellizos, como la sis y yo!, eso mejor. ¡Ojalá!”.
Por primera vez se pone serio. Le cuesta responder acerca de qué le daría a su hijo que él no hubiera tenido de chico. Piensa unos segundos. “Yo lo tuve todo en la vida”. Y para convencerse continúa: “Te lo juro, no tengo deseos porque lo tuve todo”, aunque de inmediato recuerda que tiene un deseo oculto. “Quisiera ser actor de Hollywood, como Leonardo DiCaprio o Brad Pitt. La facha ya la tengo”.
Caniggia asegura que no le teme a nada. “El miedo no existe”, lanza como una frase hecha, aunque después reconoce que sí le teme a la muerte o a la enfermedad de un ser querido. Se da vuelta, dirige la vista hacia afuera y se toma unos segundos para responder. “La muerte llega cuando tiene que llegar, mejor no la llamemos, trato de no pensar en eso”. Reflexivo, cuenta que una vez probó yendo a terapia, pero que no le sirvió para nada. “Terapia hice una sola vez, con un psicólogo, pero a mí no me hace falta nada, ni terapia ni psicólogo. Cuando hice no pasó nada, me cagué de risa, fue buenísimo. No funcionó para nada, me echó, me dijo: ‘Vos estás de joda, andate’”.
El conductor del nuevo ciclo de El Trece adelanta que por el momento seguirá viviendo en el país. “Me encanta Argentina. Me gusta mucho la gente, el trato. Vamos a ser sinceros: si vamos a Suiza nos pegamos un terrible embole. Y eso que viví en varios lugares del mundo, en España, en Italia, en Inglaterra. Yo vine por primera vez a Argentina a los 19 años. ¡Por primera vez! Yo nací acá y me fui”, relató.
En cuanto al Mundial de Fútbol en donde la Selección Nacional se consagró campeona del mundo, Alex dijo que lo vio desde su casa. “No quise ir a Qatar porque viví dos años ahí y no me gusta. Lo odio, la verdad, no me gusta nada. En Qatar son muy machistas y además prohíben todo. Así que no me dio para viajar ni siquiera a ver a Argentina, porque tampoco soy muy futbolero. Prefiero la NBA por ejemplo, me gusta ver básquet. No soy hincha de ningún equipo de fútbol, solo soy de la Selección”, concluye Alex Caniggia, pícaramente.