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MISTERIO

“Apariciones” y mensajes en el santuario: las “señales paranormales” de Huguito Flores a un año de su muerte

El cantante santiagueño perdió la vida en la ruta cuando viajaba a Buenos Aires a brindar una serie de recitales por el Día de la Primavera.

“Apariciones” y mensajes en el santuario: las “señales paranormales” de Huguito Flores a un año de su muerte

Hace un año Huguito Flores sufrió un fatal accidente en la ruta nacional 34, en el kilómetro 640, a solo tres de la localidad de Garza, cuando se trasladaba de Santiago del Estero a Buenos Aires para realizar una serie de shows por el Día de la Primavera. Producto del brutal impacto, el cantante murió y también perdieron la vida su esposa Karina Enriquez, con quien se había casado una semana antes, y su cuñado Rubén. Además, su pequeña hija Catalina, que en ese momento tenía dos años, sufrió graves heridas y permaneció durante algunas semanas en terapia intensiva.

Su repentina partida conmocionó al mundo de la música popular. No era el primer cantante que fallecía en un accidente automovilístico similar, sin embargo, el género musical al que se dedicaba, la guaracha, no había tenido un referente tan importante a nivel nacional como él. Pero en el mejor momento de su carrera y a punto de hacer un Gran Rex por primera vez lo encontró la tragedia.

Desde aquel 21 de septiembre la vida de la familia Flores cambió rotundamente. Catalina, la menor de los hijos del cantante, y Julieta, de 13 años, quedaron a cargo de su tía materna. La banda se rearmó y se rebautizó bajo el nombre de “El Super de Huguito”, pero en el medio un conflicto llevó a su separación y a un posterior enfrentamiento judicial. Sumado a ello, apareció Brisa, una hija no reconocida, que hoy tiene 18 años.

Huguito, que siempre se suena en los barrios “está muy presente”, dice su familia, que asegura que recibió señales de él, sueños y predicciones desde su muerte.

Sueños y señales

Desde su partida, la familia de Huguito asegura que está muy presente en cada situación que viven. Pero más allá del cariño que mantienen vivo por el cantante, también aseguran que atravesaron por momentos que aún no le encuentran explicaciones.

“Una de sus nietas sueña con él. Se le presenta y le habla de cosas que pasan o van a pasar. La nena cuenta y siempre ocurre así. Dijo que en un principio lo veía triste. Cuando Cata aún estaba en terapia, ella nos dijo que Hugo le decía que iba a salir, que se iba a curar, y a los días nos avisaron que le iban a dar el alta. Siempre le dice en sueños que cuidemos a Cata y a Juli”, contó Sandra.

Pero no fue solo ella. “Mucha gente nos dice que lo siente. Una chica nos contó que Hugo se le presentó en un sueño y le dijo cosas que solo sabíamos los familiares. Fue todo muy loco”, detalló.

“Crecimos muy unidos, contándonos nuestras cosas. Lo mismo con mi cuñada, ella siempre nos estaba llamando a nosotras, era muy amorosa, ayudaba mucho a nuestra familia, a mí me ayudaron muchísimo porque siempre estuvieron dándome una mano los dos. Cada vez que nos juntábamos se hacían el show con nosotros. Hablábamos pavadas, bailábamos entre nosotros, nos hacíamos chistes, escuchábamos música, siempre que él venía era una fiesta. Llegaba a Buenos Aires y nos juntábamos en casa de mi mamá y estábamos todos ahí durante horas. Amanecía y le decíamos que teníamos que trabajar y nos decía ‘yo vengo una vez cada tanto, no importa’”, recordó entre risas.

Hoy, el cantante se hace notar en cada rinconcito del país y sus hermanas lo sienten así: “Escuchar su música es llorar y bailar entre nosotros. Cantamos levantando las manos al cielo porque sabemos que está. Cuando vamos por la calle y suena en alguna casa o cuando aparece algo en las redes siempre brota esa lágrima. Siempre está muy presente, en cada uno de sus sobrinos, en cada casa, es algo loco, que jamás en la vida sentí que nos podía pasar. No vi ese movimiento de gente en ningún artista de guaracha”.

Los hijos del cantante: la salud de Catalina y una inesperada aparición

Sol (36), Nicolás (33), Jesús (27), Julieta (13) y Catalina (3) son los hijos que el cantante le dejó al mundo. Los primeros dos de su primer matrimonio, el tercero de una segunda relación y las últimas dos nenas producto de su matrimonio con Karina, quien también falleció en el accidente.

Pero en medio del velatorio de Huguito, mientras de fondo sonaban sus canciones, inesperadamente apareció Brisa. La joven de 18 años es una hija extramatrimonial que la familia incorporó de manera inmediata.

La chica enseguida forjó un fuerte vínculo con sus hermanos, especialmente con Juli, y desde entonces comparte muchos momentos con ellos. “Brisa apareció en el peor momento de nuestras vidas, en el cementerio. Nos parecía tan loco todo. Mi hermana enseguida se puso en contacto con ella y su mamá. Hoy ya está incorporada en la familia, con todos, es como si nos hubiese conocido toda la vida”, precisó Beatriz y añadió. “Ver a todos los hijos de mi hermano junto fue realmente muy movilizador. Hoy Brisa acompaña mucho a Juli, la cuida y fue un gran apoyo después de lo que pasó”.

“Tenemos una relación de diez. Es como si nos conociéramos de toda la vida. Hubo una conexión al instante. Cata mucho no la asocia como hermana pero con Juli se adoran. Las hicimos conocer en diciembre y desde ahí no se separan. Se llevan super bien”, explicó Sol, la mayor de los hermanos. “Juli por suerte hizo terapia los primeros meses y bueno Cata recién ahora se acuerda de sus papás y pregunta”, agregó.

Sandra, además, se refirió a Julieta, quien en aquel entonces tenía 12 años y fue la única que no viajaba en el auto esa noche. “Es una guerrera, una gran mujer con la edad que tiene. Dios le puso una prueba muy grande y la está superando. No es fácil para ella porque necesita a sus papás. Yo siempre le digo que la admiro porque pasar por la muerte de sus padres y con su hermanita grave fue muy difícil”, resaltó.


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