El reciente episodio de tensión entre Roberto García Moritán y Alejandro Castelo, cronista del programa "Ángel de Brito" en LAM, ha generado gran revuelo en los medios y entre los seguidores de ambos. Este incidente ocurrió en medio de la reciente y polémica separación de García Moritán con la modelo Pampita, lo que ha hecho que su vida personal sea objeto de intensa atención mediática.
El martes, mientras García Moritán se subía a un auto, Castelo se acercó para hacerle preguntas sobre su reciente renuncia al cargo de ministro de la Ciudad de Buenos Aires y sobre su separación. La situación se volvió tensa cuando el empresario intentó cerrar la puerta del vehículo, bloqueada por el notero. En medio de la discusión, expresó su enojo diciendo: "Prefiero cuidar a mi familia porque se están zarpando ustedes".
Castelo, sin desanimarse, continuó con sus preguntas, preguntando cómo pensaba continuar su carrera política. La respuesta de Moritán fue contundente: "No voy a hablar nunca jamás con vos ni con el programa". Este intercambio dejó en claro el deseo del exfuncionario de evitar cualquier comentario sobre su vida personal en los medios.
La reacción de Roberto no fue una sorpresa para aquellos que conocen su historia reciente. La separación con Pampita y su renuncia forzada a su cargo público han sido eventos que han sacudido su vida personal y profesional. La cobertura mediática intensa y a veces intrusiva ha sido un factor adicional de estrés para él y su familia.
El incidente ha generado una mezcla de reacciones en la opinión pública. Mientras algunos compadecen a García Moritán y lo ven como una víctima de la presión mediática, otros critican su actitud y lo consideran evasivo y poco profesional. La situación ha puesto de relieve el delicado equilibrio entre la vida pública y privada de las figuras públicas y cómo la presión mediática puede afectar su bienestar emocional.
El enojo de Roberto García Moritán con Alejandro Castelo es un reflejo de las tensiones que pueden surgir cuando la vida personal de una figura pública se convierte en tema de interés mediático. Este incidente subraya la importancia de respetar los límites y la privacidad de las personas, especialmente en momentos de vulnerabilidad. La esperanza es que, con el tiempo, García Moritán pueda encontrar un espacio de paz y recuperación, lejos de la intensa mirada de los medios.
