Es imporante tomar dimensión del enorme fracaso en los EE.UU. (no tanto en el resto del mundo) de Guasón 2, porque explica mucho de cómo funciona -mal- la producción de cine masivo. Aunque el estimado de recaudación para su fin de semana de estreno era de 40 millones de dólares en su país de origen, llegó sólo a 37 (costó 200 sin contar marketing). En el resto de los mercados, recaudó 81 millones. Pero lo más importante es qué pasó para llegar a ese resultado.
Según informa Hollywood Reporter, la película no tuvo screen test ni correcciones. Básicamente, el realizador Todd Phillips hizo lo que quiso. Y Warner decidió multiplicar (triplicar, de hecho; la primera película había costado apenas 70 millones) el presupuesto, que incluyó los 12 millones de dólares que cobró Lady Gaga por coprotagonizar la película.
Es imporante tomar dimensión del enorme fracaso en los EE.UU. (no tanto en el resto del mundo) de Guasón 2, porque explica mucho de cómo funciona -mal- la producción de cine masivo. Aunque el estimado de recaudación para su fin de semana de estreno era de 40 millones de dólares en su país de origen, llegó sólo a 37 (costó 200 sin contar marketing). En el resto de los mercados, recaudó 81 millones. Pero lo más importante es qué pasó para llegar a ese resultado.
Según informa Hollywood Reporter, la película no tuvo screen test ni correcciones. Básicamente, el realizador Todd Phillips hizo lo que quiso. Y Warner decidió multiplicar (triplicar, de hecho; la primera película había costado apenas 70 millones) el presupuesto, que incluyó los 12 millones de dólares que cobró Lady Gaga por coprotagonizar la película.
Ahora bien: Avengers Endgame tuvo masivos screen-test que permitieron eliminar escenas y cambiar importantes momentos de la película. La práctica está muy extendida cuando se trata de filmes de gran tamaño, porque permiten minimizar el riesgo. Por cierto, siempre hay riesgo y es directamente proporcional al costo de cada producción: un pequeño detalle puede hacer que la película se destruya en taquilla porque no terminó de cuajar.
Lo que sucedió aquí, y es lo más importante, es que el público de la primera película no esperaba un musical, un género que -salvo que se base en un espectáculo probado en Broadway por mucho tiempo, como sucedió con Chicago o sucederá con la venidera Wicked- ya no tiene público (otra excepción es, claro, un filme de Disney donde los personajes cantan, porque es parte de la "forma Disney" desde Blancanieves en 1937). En cualquier otro caso, es un género que no atrae al público, incluso si la crítica lo acompaña.
Es imporante tomar dimensión del enorme fracaso en los EE.UU. (no tanto en el resto del mundo) de Guasón 2, porque explica mucho de cómo funciona -mal- la producción de cine masivo. Aunque el estimado de recaudación para su fin de semana de estreno era de 40 millones de dólares en su país de origen, llegó sólo a 37 (costó 200 sin contar marketing). En el resto de los mercados, recaudó 81 millones. Pero lo más importante es qué pasó para llegar a ese resultado.
Según informa Hollywood Reporter, la película no tuvo screen test ni correcciones. Básicamente, el realizador Todd Phillips hizo lo que quiso. Y Warner decidió multiplicar (triplicar, de hecho; la primera película había costado apenas 70 millones) el presupuesto, que incluyó los 12 millones de dólares que cobró Lady Gaga por coprotagonizar la película.
Ahora bien: Avengers Endgame tuvo masivos screen-test que permitieron eliminar escenas y cambiar importantes momentos de la película. La práctica está muy extendida cuando se trata de filmes de gran tamaño, porque permiten minimizar el riesgo. Por cierto, siempre hay riesgo y es directamente proporcional al costo de cada producción: un pequeño detalle puede hacer que la película se destruya en taquilla porque no terminó de cuajar.
Lo que sucedió aquí, y es lo más importante, es que el público de la primera película no esperaba un musical, un género que -salvo que se base en un espectáculo probado en Broadway por mucho tiempo, como sucedió con Chicago o sucederá con la venidera Wicked- ya no tiene público (otra excepción es, claro, un filme de Disney donde los personajes cantan, porque es parte de la "forma Disney" desde Blancanieves en 1937). En cualquier otro caso, es un género que no atrae al público, incluso si la crítica lo acompaña.
No es este el caso: tanto la crítica como el público destrozaron la película. De hecho, Guasón 2 tiene peor promedio de aceptación por los espectadores en Rotten Tomatoes que las peores películas de superhéroes a la fecha, como Morbius, Madame Web, The Marvels y The Flash. De hecho, recaudó menos que las dos últimas, considerados tremendos fracasos (la primera llegó a 59 millones y la segunda, a 55 y fue una debacle para DC/Warner). Es decir: estos filmes requieren estar muy sincronizados con lo que el público, formateado por años en un solo tipo de película, busca a la hora de ir a una sala y, sobre todo, pagar una entrada. Cualquier originalidad (y Guasón 2 no es para nada mala) será condenada por su diferencia. Sí, la culpa es del propio Hollywood.