En la madrugada del martes, Wanda Nara celebró sus 38 años con una fiesta extravagante en su mansión del exclusivo barrio Santa Bárbara, donde el lujo, la teatralidad y los excesos se convirtieron en los protagonistas de una noche que pareció sacada de una película. La empresaria, que hace meses se encuentra en el centro de atención mediática, compartió detalles de la velada con sus más de 16 millones de seguidores en Instagram, dejando en claro que no se limitó a la hora de festejar su día especial.
“Cumpleaños feliz. Quiero en esta y en todas mis vidas esta familia y amigos cerca de mí. Qué afortunada que soy, los amo”, expresó Wanda, quien no se limitó a realizar un recuento de los mejores momentos de la fiesta. La conductora de Bake Off Famosos (Telefe) estuvo acompañada por sus seres más cercanos, incluidos sus cinco hijos, Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella; sus padres, Nora y Andrés; su hermana, Zaira Nara, y su pareja, Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, quienes posaron con ella ante la cámara.
Entre los invitados, también se destacaron figuras del espectáculo como Verónica Lozano, Donato de Santis y Maru Botana, quienes disfrutaron de una celebración marcada por el brillo, la música y el despliegue visual. También contó con la presencia de otras celebridades, tales como Luciana Salazar, Marley y Karina Jelinek, quienes no se perdieron la puesta en escena que planeó la anfitriona para la velada.
Ataviada en un body negro y pantalón engomado del mismo color, Wanda se mostró junto a su torta de cumpleaños, que estaba a juego con su atuendo para la fiesta. En otra imagen, se la puede ver abrazada al cantante, ambos luciendo atuendos total black: él, con una campera de cuero, cadenas doradas y su habitual estilo urbano; ella, con un outfit negro engomado que resaltaba su figura y reafirmaba su carácter sofisticado. La complicidad entre ambos fue innegable, y esa energía festiva se trasladó a cada rincón de la velada, donde no solo se la pasaron cantando y bailando, sino que luego decidieron darse un chapuzón en la piscina.
Rodeados de luces de neón y pelotas transparentes de gran tamaño, Valenzuela se quitó la remera, completamente empapado, mientras Wanda, con el cabello mojado, reía a carcajadas. La postal capturó la esencia de la noche: diversión sin límites y un aire descontracturado. El gran cariño que se tienen el uno por el otro quedó captado por la cámara, en especial luego de que ambos salieran de la piscina y se dieran un beso que presenciaron todos los invitados.
Otro momento emotivo quedó registrado cuando la cumpleañera posó junto a sus cinco hijos, sus padres y un enorme ramo de rosas rosadas. La familia se reunió frente a una torta negra brillante, que acompañó el despliegue del festejo. La sonrisa de la empresaria, rodeada de sus seres queridos, reflejó la importancia de compartir ese día tan especial en un ámbito íntimo y lleno de cariño, pese a los inconvenientes personales y laborales con los que lidió en el último tiempo.