El Polaco, cuyo nombre real es Ezequiel Iván Cwirkaluk, es conocido por su música y su carisma en el escenario. Sin embargo, recientemente sorprendió a todos con una confesión desgarradora sobre su adolescencia, revelando un capítulo oscuro y doloroso de su vida. En una entrevista, el cantante de cumbia compartió detalles sobre su decisión de internarse en un centro de rehabilitación a los 14 años, una experiencia que marcó profundamente su vida.
El Polaco explicó que su hogar era un lugar caótico debido al consumo de alcohol de su padre, lo que generaba un ambiente insostenible para él y su familia. “Mi casa era un quilombo. Mi viejo chupaba y mi vieja sentía que no podía con todo, entonces directamente fui y me interné yo solo”, confesó el cantante. Esta decisión, tomada a una edad tan temprana, refleja la madurez y la desesperación que sentía en ese momento.
Durante los siete meses que estuvo internado, El Polaco aprendió muchas habilidades que le serían útiles en su vida adulta. “Ahí aprendí de todo: a cocinar y a limpiar. Nos levantábamos a las 6 de la mañana y laburábamos. Yo era jardinero y cortaba el pasto. Aprendí de albañilería y a pintar. Tuve que ser un guerrero de chico y ponerme los pantalones”, relató. Estas experiencias no solo le enseñaron responsabilidades prácticas, sino que también le ayudaron a desarrollar una fuerte ética de trabajo y resiliencia.
El tiempo que pasó en el centro de rehabilitación fue transformador. Aunque era solo un adolescente, El Polaco salió de allí con una mentalidad mucho más madura. “Entré a los 14 y salí con 15. Después fui a mi casa. Parecía alguien de 40 años. Me sentaba solo a ver todos los contratos de la música. Cuando volví de Córdoba era un chico de 14, 15 años, pero con mente de 40”, recordó. Esta experiencia le permitió enfrentar la vida con una perspectiva diferente y una mayor responsabilidad.
A pesar de los desafíos que enfrentó, El Polaco no guarda rencor hacia sus padres. Reconoce que la situación en su hogar era complicada y que su decisión de internarse fue una forma de buscar un ambiente más estable y seguro. “Soy una persona responsable, aunque aparento que no”, afirmó, destacando cómo esas experiencias tempranas moldearon su carácter y su enfoque hacia la vida.
La confesión de El Polaco ha resonado con muchos de sus seguidores, quienes han expresado su apoyo y admiración por su valentía al compartir una parte tan íntima y dolorosa de su vida. Su historia es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, es posible encontrar la fuerza para seguir adelante y transformar las dificultades en oportunidades de crecimiento personal.
