Alejandra Maglietti, reconocida modelo, abogada y panelista de televisión, ha sido siempre transparente sobre su vida personal y profesional. Recientemente, en una entrevista, Maglietti abordó el tema de las cirugías estéticas y los retoques que se ha realizado, generando un gran interés entre sus seguidores y el público en general.
Durante la entrevista, Alejandra aseguró que nunca se ha sometido a cirugías estéticas, pero sí ha optado por algunos retoques menores. Uno de estos retoques, sin embargo, no resultó como esperaba y terminó siendo una experiencia dolorosa. “En la cara, cirugías no me hice, pero sí en un momento me puse ácido hialurónico y después lo disolví porque no me gustó. No me encontraba”, confesó la panelista.
El ácido hialurónico es una sustancia comúnmente utilizada en tratamientos estéticos para rellenar arrugas y dar volumen a ciertas áreas del rostro. Aunque es un procedimiento no quirúrgico, puede tener resultados variados dependiendo de cómo se aplique y de la reacción de cada persona. En el caso de Alejandra, el resultado no fue el esperado. “Estaba muy pepona. Pedí que me lo sacaran. No fue fácil, duele un poco, pero me lo saqué porque no me gustó el resultado”, explicó.
Además de este retoque, Maglietti admitió que utiliza botox y se aplica ácido hialurónico en los labios, pero evita otros procedimientos en el rostro. “En los labios sí me lo sigo poniendo, pero en el resto de la cara no”, aclaró. También mencionó que se preocupa por el cuidado de su piel utilizando cremas y visitando a la esteticista dos veces al año.
La sinceridad de Alejandra sobre sus experiencias con los retoques estéticos ha generado una variedad de reacciones. Algunos la aplauden por su honestidad y por compartir las dificultades que ha enfrentado, mientras que otros critican la presión social que lleva a muchas personas, especialmente mujeres, a someterse a estos procedimientos.
En el mundo del espectáculo, la apariencia física suele ser un tema de gran importancia y presión. Alejandra Maglietti no es la única figura pública que ha hablado abiertamente sobre sus experiencias con tratamientos estéticos. Sin embargo, su relato destaca por la franqueza con la que aborda tanto los aspectos positivos como los negativos de estos procedimientos.
La decisión de Alejandra de disolver el ácido hialurónico en su rostro refleja una actitud de autoaceptación y de búsqueda de bienestar personal por encima de las expectativas externas. “No me encontraba”, dijo, subrayando la importancia de sentirse cómoda y auténtica con su propia imagen.