Virginia Pérez Antonelli vio a Fernando Báez Sosa aquel 18 de enero de 2020 de su muerte tirado en el piso y acudió a realizarle maniobras de RCP. Así, se convirtió en una de las testigos clave del juicio contra los ocho agresores y hoy, tras la condena de cinco de los rugbiers a cadena perpetua y tres a una pena más leve, tuvo una contundente reacción en redes sociales.
"Lloren ahora, basuras", escribió en su cuenta de Twitter a poco de conocerse el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores. “No sé qué decir, estoy desmayada hace veinte minutos”, agregó.
Antes del inicio de la audiencia también había dejado un mensaje: "Después de tres años y un proceso de terror, la justicia hoy tiene en sus manos una decisión crucial. Tiene que haber una sentencia justa después de tanta tortura, para que en el corazón de esa familia haya un poco de paz. El tiempo es hoy. #JusticiaPorFernando”.
No es la primera vez que Virginia se expresa tras momentos fuertes del juicio. Mientras se leían los alegatos de la querella y la fiscalía, la joven respondió a mensajes que se compadecían con los ocho rugbiers por su reacción al juicio y la chica aseguró en redes sociales: “Yo no me olvido ni de Enzo Comelli blanqueando los ojos al ver que entraba otro testigo más, tampoco de Ciro Pertossi sonriéndome cuando terminé de declarar y MENOS (sic) de Máximo Thomsen mirándome fijo mientras lloraba”.
El conmovedor relato de Virginia Pérez Antonelli
El pasado 5 de enero Pérez Antonelli prestó declaración en calidad de testigo ante el TOF 1 y relató todo lo que vio aquel día en el que con tan solo 17 años le realizó maniobras de reanimación a Baez Sosa.
Ella y unos amigos habían salido de Le Brique, el boliche de Villa Gesell. A la salida, ella y sus amigos vieron "que empiezan de la derecha a salir todos los policías corriendo". "De repente la calle queda vacía. Por esas casualidades de la vida, cuando desaparecen todos los policías empieza una pelea enfrente. Era mucha gente pegando, no sabía quién era de qué grupo, solo que había mucha gente pegando a una sola persona”, relató.
"Me acerqué con otro chico, un civil, y le tomé el pulso. Como no tenía, le empezamos a practicar (RCP). El chico se fue, pero llegaron dos o tres policías. Como hacer RCP cansa mucho y yo soy muy menudita, yo los iba instruyendo con mi voz para que lo hicieran ellos. Mientras tanto, yo le sostenía la cabeza a Fernando y le decía que por favor se quede conmigo”, contó Virginia.
Se trató de uno de los relatos más conmovedores de todo el juicio. “Había dos personas mínimo pegándole mientras él [por Fernando] se trataba de levantar. Cuando me percaté de la situación ya se habían ido corriendo y ahí fue cuando empecé a ver mucha gente alrededor”, reconstruyó la joven.