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READECUACIÓN TARIFARIA

El Estado gastó más de USD 104.000 millones en los últimos 20 años para subsidiar las tarifas de electricidad

La información fue publicada por el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, sobre las transferencias a CAMMESA.

El Estado gastó más de USD 104.000 millones en los últimos 20 años para subsidiar las tarifas de electricidad

En los últimos 20 años el Estado Nacional gastó más de USD 104.000 millones en subsidios sólo destinados a las boletas de electricidad, según se desprende de datos oficiales. Si se suma el gas, sostener el retraso tarifario costó unos USD 150.000 millones durante las últimas dos décadas.

Es en ese marco que el Gobierno de Javier Milei avanzará en el aumento de las tarifas y una nueva segmentación para la asistencia, basada en una canasta básica energética, con el objetivo de reducir el gasto en al menos 0,5 puntos del PBI en 2024 tal como se pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, publicó un posteo en su cuenta de X (ex Twitter) en donde detalló: “El gasto en subsidios generalizados a la oferta no reflejado en la tarifa fue de USD 104.764.808.732 en los últimos 20 años. Solo en 2023 fue de 1,5% del PBI”.

En la publicación de este jueves destacó que entre 2003 y 2007 (Gobierno de Néstor Kirchner) se transfirió a CAMMESA por este concepto más de USD 3.577 millones. Entre 2007 y 2011 (primer mandato de Cristina Kirchner) se destinaron más de USD 15.000 millones. De 2011 a 2015 (segunda gestión de CFK) se giraron más de USD 37.600 millones; entre 2015 y 2019 otros USD 21.762 millones (Mauricio Macri), mientras que hasta 2023 se utilizaron más de USD 26.759 millones (Alberto Fernández).

En otro posteo reciente, el funcionario había aclarado que ese monto correspondía a las transferencias del Tesoro Nacional a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA). “Esto es tan increíble como desconocido por los argentinos”, había señalado Chirillo.

El kirchnerismo comenzó en 2003 una política tarifaria en el precio que pagaba la demanda que llevó a que creciera por debajo de los costos de la energía, según explicó el economista del Instituto Argentino de la Energía (IAE), Alejandro Einstoss. En el marco de la salida del estallido de 2001, la visión de esa política tenía como premisa que de esa manera habría mayor ingreso disponible de las familias para otro tipo de consumos.

El efecto sobre las cuentas públicas y la macroeconomía del país no fue positivo, según revelaron las estadísticas oficiales. El último cambio en los subsidios se dio con la segmentación tarifaria que comenzó en 2022, aunque al gobierno anterior le llevó feroces internas llegar a una quita sobre de la asistencia a los sectores de mayores ingresos.

Los cálculos de Einstoss arrojaron que, finalizado 2023, en los últimos 20 años el déficit de balanza comercial trepó al equivalente de casi USD 36.000 millones y los subsidios energéticos acumularon USD 150.000 millones. Este último ítem tuvo una relación directa para explicar los sucesivos déficit fiscal primario, los cuales se financiaron con deuda o emisión de pesos por parte del Banco Central.

Los números del economista del IAE además van en línea con los que expuso durante la audiencia pública del gas el asesor del Ministerio de Economía y ex miembro de la consultora Anker Latinoamérica que había fundado el ministro de Economía Luis Caputo, Martín Vauthier.

Las estimaciones que maneja el Palacio de Hacienda arrojaron que los subsidios a la energía representaron 1,5% del PBI en 2023, una baja respecto a los 2 puntos del 2022 y 2,3% del PBI en 2021. En 2019 el monto era equivalente a 1% del PBI en el final del gobierno de Mauricio Macri y en 2020 saltó a 1,8% del PBI, ya en la gestión del ex presidente Alberto Fernández.

Vauthier resaltó que estas erogaciones representaron el año pasado la mitad del déficit fiscal primario tras la aplicación de la segmentación, mientras que en 2022 habían sido el 83,3% y en 2021 el 74,1% de ese rojo. Además, apuntó que en 2023 esas partidas fueron cuatro veces superiores al gasto en la Asignación Universal por Hijo (AUH), que sumó 0,4% del PBI.

En ese marco, el Gobierno busca una reducción de 0,5 puntos del PBI en los subsidios a la energía para este año según la hoja de ruta prevista con el FMI. Para alcanzar ese objetivo, tal como figura en el último Staff Report del organismo, el país se comprometió a aumentar más del 200% las boletas de luz y más del 150% las de gas como un primer paso. Por ahora, solo se definieron incrementos en electricidad para los sectores de altos ingresos, comercios, industrias, alumbrado y entidades públicas.

Por otro lado, la Secretaría de Energía convocó para el próximo 29 de febrero a una audiencia pública en la que presentará un nuevo esquema de subsidios que espera aplicar en los próximos meses, en principio, a partir del bimestre abril-mayo. Así buscan reemplazar la segmentación en tres niveles que aplicó la gestión anterior.

Según confirmaron fuentes oficiales, esa famosa cesta representaría el 10% de los ingresos de cada grupo conviviente, compuesta en partes iguales por luz y gas. Por tanto, si una familia gasta más de ese porcentaje de sus recursos en pagar las facturas el Estado subsidiaría el excedente. Tal como se aclaró, se tendrán en cuenta los tipos de consumo de cada zona geográfica de la Argentina.

Actualmente, la segmentación contempla tres universos de usuarios pero determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec: los N1 (ingresos altos) que pagan tarifa plena por tener un ingreso mayor a 3,5 CBT( $1.735.294,11 mensuales), N2 ( ingresos bajos) con tarifa social y N3 (ingresos medios) que mantienen asistencia hasta determinado consumo y pagan pleno por el excedente.


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