Juana Repetto, la conocida actriz e influencer argentina, vivió recientemente un momento de gran preocupación debido a un insólito accidente que sufrió su hijo Toribio, conocido cariñosamente como Toro. El incidente ocurrió durante una cena familiar que parecía ser una noche común y corriente, pero que rápidamente se convirtió en una situación alarmante.
Todo comenzó mientras Juana y Toro disfrutaban de una pizza casera. De repente, el pequeño de ocho años comenzó a quejarse de un dolor intenso en la garganta. Juana, preocupada, decidió revisar la boca de su hijo utilizando la linterna de su teléfono móvil. Para su sorpresa, descubrió que una rama de orégano se había clavado en una de las amígdalas de Toro.
La situación, que inicialmente parecía un simple malestar, se tornó más seria cuando Toro continuó quejándose del dolor. Juana, sin dudarlo, decidió llevarlo de inmediato al médico. En el hospital, los profesionales de la salud optaron por aplicar una anestesia local para poder extraer la rama sin causar más molestias al niño. A pesar del susto inicial, la extracción fue exitosa y Toro pudo regresar a casa sin mayores complicaciones.
Juana compartió toda la experiencia en sus redes sociales, desde el momento en que descubrió la rama hasta la extracción en el hospital. En sus publicaciones, relató con detalle cómo se desarrollaron los hechos y expresó su alivio al ver que su hijo estaba bien. También aprovechó para agradecer a los profesionales de la salud que atendieron a Toro y a sus seguidores por los mensajes de apoyo que recibió durante esos momentos de angustia.
El incidente generó una ola de reacciones en las redes sociales. Muchos padres se sintieron identificados con la experiencia de Juana y compartieron sus propias anécdotas de situaciones similares. Este tipo de accidentes, aunque raros, pueden ocurrir y es importante estar atentos a las señales de los niños, por pequeñas que parezcan. La historia de Juana y Toro sirve como un recordatorio de la importancia de la rápida acción y la atención médica adecuada en situaciones de emergencia.
A pesar del susto, Juana logró mantener la calma y actuar de manera efectiva para asegurar el bienestar de su hijo. Su experiencia también destaca la importancia de compartir estos momentos en las redes sociales, no solo para recibir apoyo, sino también para crear conciencia sobre los posibles peligros que pueden surgir en el día a día. La transparencia y honestidad con la que Juana compartió su experiencia resonaron profundamente entre sus seguidores, quienes valoraron su apertura y la oportunidad de aprender de su experiencia.