Guillermina Calabrese, la hija de Mora Calabrese y figura pública por su conexión con el reconocido cantante Abel Pintos, es una joven con sueños y gustos que resuenan con la sensibilidad de su generación. Entre sus aspiraciones, se destaca el deseo de volver a pasear por Inglaterra, un país que le ha dejado una impresión duradera y que, de alguna manera, ha tocado su alma.
Inglaterra, con su rica historia y paisajes que parecen sacados de cuentos de hadas, ofrece un sinfín de experiencias que han capturado el corazón de Guillermina. Desde las calles adoquinadas de Londres hasta los verdes prados de la campiña inglesa, cada rincón de este país parece haber dejado una marca en su memoria y en su lista de deseos para el futuro.
Además de sus anhelos viajeros, Guille ha compartido su afición por la película “Anatomía de una caída”, una obra que, a través de su narrativa y personajes, explora las complejidades de la vida y las consecuencias de nuestras decisiones. La película, con su capacidad para evocar emociones y provocar reflexiones, parece haber encontrado un lugar especial en su paladar cinematográfico.
En cuanto a la literatura, el libro “El lado B del amor” de Gabriel Rolón ha capturado su interés. Este libro, que se adentra en las profundidades del amor y sus facetas menos idealizadas, ofrece una perspectiva que desafía las nociones convencionales y revela la complejidad de las relaciones humanas. La elección de esta lectura habla de una joven que busca entender las emociones humanas y los entresijos del corazón con una mirada madura y reflexiva.
La combinación de estos intereses culturales pinta el retrato de una persona que valora la profundidad emocional y la riqueza de las experiencias humanas. La hija de Abel Pintos y Mora Calabrese, influenciada por su entorno familiar y su propia curiosidad intelectual, se presenta como alguien que aprecia tanto la belleza del mundo que la rodea como la complejidad de las emociones que lo habitan.
GUILLERMINA
