Desde la distancia que impone su gira por México, Abel Pintos envió un saludo lleno de amor y nostalgia a su familia en Argentina. A través de sus redes sociales, el reconocido cantante expresó lo mucho que extraña a sus hijos, Agustín y Guillermina, y a su esposa, Mora Calabrese.
En un mensaje que traspasa fronteras y corazones, Abel compartió con sus seguidores el anhelo de volver a abrazar a sus seres queridos. Su estancia en México se ha extendido debido a una invitación especial de su amigo y colega Carlos Rivera para participar en conciertos en Monterrey y Guadalajara.
A pesar del éxito y la calidez del público mexicano, es evidente que su familia es su refugio y su mayor fuente de inspiración. La distancia física se hace presente, pero es el amor incondicional lo que mantiene unidos los hilos invisibles que conectan a Abel con su hogar.
La vida en la carretera es un desafío constante para los artistas, y Abel Pintos no es la excepción. Entre hoteles y escenarios, los momentos de soledad se hacen más profundos, y es en esos instantes donde la familia se convierte en el faro que guía su camino de regreso.
El mensaje de Abel no solo es un saludo, sino también un testimonio del sacrificio que conlleva la vida de un músico. Las giras son parte esencial de su carrera, pero también son un recordatorio de lo que dejan atrás temporalmente.
Agustín y Guillermina, aún pequeños, son la motivación que impulsa a Abel a seguir adelante, a brillar en cada escenario, sabiendo que al final del camino, los brazos de su familia lo esperan.
Mientras tanto, Mora Calabrese, su compañera de vida, sostiene el fortín familiar, cuidando de sus hijos y manteniendo viva la llama del amor hasta el ansiado reencuentro. La espera se hace eterna, pero las palabras de Abel, cargadas de emoción y esperanza, son un bálsamo para el alma y un puente que une México con Argentina, la música con la familia, y el artista con su esencia más pura.