Nati Jota, una figura multifacética en el mundo del periodismo y el streaming. Su presencia en redes sociales, especialmente en Instagram, no pasa desapercibida. Con más de dos millones de seguidores, Nati comparte momentos de su vida personal que encantan a sus admiradores.
Recientemente, Nati Jota contó cómo fue que su perrita Olivia llegó a su vida. La historia de cómo Nati Jota adoptó a Olivia es conmovedora. La joven es una amante de los animales y que su decisión de darle un hogar a Olivia fue un acto de amor y compasión.
La conexión entre ellos es innegable, y la presencia de Olivia en su vida es una fuente constante de alegría y compañía.
Nati Jota es mucho más que una figura mediática. Su autenticidad, carisma y amor por los animales la convierten en una persona inspiradora para sus seguidores. Y Olivia, su fiel compañera, es un recordatorio constante de la importancia de la adopción y el amor incondicional hacia los animales.
“Yo ya me había ido a vivir sola hace como tres años, pasé la pandemia sola, no caí en esa de adoptar un perro, porque vivo sola y mi vida es de muchas idas y vueltas y es difícil la responsabilidad de tener un perrito con todo lo que eso implica, es un universo a descubrir. Pero no sé cómo se me empezó a cruzar y dije: “che, pará, yo podría, no está tan mal porque vivo por esta zona y en general mis laburos no son muchas horas seguidas” y también pensé en que ahora el mundo es más pet friendly, y se me instaló esa idea y ahí empecé a ver páginas de adopción.”
“De repente una amiga mía de fútbol me manda que un conocido nuestro había subido a una perrita Shar pei de 2 o 3 años que la habían encontrado toda mordida, tirada y llena de bichos, en un estado muy deplorable y que ellos no se la podían quedar. Le escribí que yo estaba pensando en adoptar, pero sin darle el sí final porque seguramente había mucha gente que la quería. A partir de ahí me empecé a entusiasmar, a pensar nombres, le empecé a escribir más seguido para preguntarle por Oli (ellos le habían puesto Mili) y de repente me dicen que la perra ya estaba para entregar y me comentaron que otra familia también estaba interesada pero que les había gustado que yo les escribía seguido para ver cómo estaba y ahí la fui a buscar. Con ellos me quedó una sensación muy loca que es que salvaron una perrita desinteresadamente para darla en adopción, pero hoy casi dos años y medio después, siento que salvaron a mi perrita.”