Lizy Tagliani, la querida humorista y presentadora argentina, recientemente conmovió a sus seguidores al compartir una emotiva foto de su niñez en sus redes sociales. En la imagen, que está en sepia, se puede ver a una joven Lizy en el día de su primera comunión, luciendo un vestido blanco tradicional. Esta foto no solo capturó un momento especial de su infancia, sino que también sirvió como un punto de reflexión sobre la influencia de las mujeres en su vida y el camino que eventualmente tomaría.
En la publicación, Lizy escribió: “Algo mágico tenía que tener ser mujer”. Estas palabras resonaron profundamente con sus seguidores, quienes han admirado su valentía y autenticidad a lo largo de su carrera. La imagen en sepia del día de su primera comunión es un recordatorio del tiempo pasado y de los sueños y aspiraciones que tenía desde una edad temprana.
Lizy también reflexionó sobre la influencia que las personas del sexo femenino tuvieron en su infancia. “Dios ya sabía cuáles eran mis planes”, añadió, subrayando su creencia de que su camino en la vida ya estaba destinado y que la influencia de mujeres fuertes y amorosas a su alrededor jugó un papel crucial en su desarrollo personal y profesional.
La publicación generó una avalancha de comentarios de apoyo y admiración por parte de sus seguidores. Muchos compartieron sus propias experiencias y reflexionaron sobre la importancia de las figuras femeninas en sus vidas.”.
La vida de Lizy Tagliani es un testimonio de perseverancia y autenticidad. Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en una de las figuras más queridas del espectáculo argentino, Lizy ha demostrado que ser fiel a uno mismo es la clave para el éxito y la felicidad. Su capacidad para conectar con el público a través de su humor y sinceridad es lo que la ha hecho destacar en una industria competitiva.
"No estaba seria, estaba planeando como seria mi vestido de novia cuando me case... estaba esperando mi tiempo para q algún cirujano me ayude a desarrollar mis lolas, estaba tomando coraje por que sabía que ser mujer no era una tarea fácil, lo notaba en mi mamá, en mis tías y doña bernarda, en doña herminda. Sabía que no era simple, las mujeres de mi barrio andaban siembre de ceño fruncido como tomando fuerza para darle batalla a cada minuto de la vida, pero a las 17hrs como si sonará un recreo imaginario, pava de por medio o alguna cervecita en mano el ceño se alisaba y la carcajada estallaba como si la felicidad brotara por sus bocas a pura risa... eran liberadas de algún pesar en esa hora... cada una tenía algo para contar, un logro, un chisme, una enfermedad, un novio nuevo, cualquier noticia se festejaba. Era su hora su recreo. Por eso es que yo sabía q algo mágico tenía que tener ser mujer, y acá estoy recordandolas mientras se hace la hora de que llegue mi marido del trabajo y mi hijo del jardín. No estaba seria, solo fui a quedar bien con el sacerdote , en el fondo Dios ya sabía cuales eran mis planes. (Solo son palabras que me inspiró esta foto)