La disputa judicial entre Wanda Nara y Mauro Icardi en el marco de su divorcio en Italia ha captado la atención mediática, no solo por las acusaciones de adulterio, sino también por la millonaria suma de dinero en juego. Según lo informado, la fortuna que está en disputa asciende a 50 millones de euros, una cifra que incluye propiedades y bienes adquiridos durante el matrimonio.
El conflicto comenzó a intensificarse cuando la Justicia italiana aceptó investigar si Wanda Nara cometió adulterio, una acusación presentada por Icardi. En caso de que se confirme esta infidelidad, el acuerdo de división de bienes previamente establecido podría ser revertido, lo que representaría un revés económico significativo para la empresaria. Según Yanina Latorre, quien brindó detalles en el programa LAM, la división inicial dejó a Wanda con varias propiedades en Europa, incluyendo un departamento en Roma, una casa en el Lago di Como y un departamento en Milán. Por su parte, Icardi se quedó con el efectivo disponible en ese momento.
La legislación italiana permite que un divorcio sea tramitado bajo la causal de infidelidad, lo que otorga a la parte afectada la posibilidad de impugnar acuerdos previos. Esto significa que, si Icardi logra probar el adulterio, podría solicitar que se anule la distribución de bienes, afectando no solo las propiedades de Wanda, sino también los ingresos que obtiene actualmente por el alquiler de estas residencias.
Además de la disputa económica, el caso también incluye cuestiones relacionadas con la custodia y manutención de las dos hijas que tienen en común, Francesca e Isabella. Este aspecto añade una capa adicional de complejidad al proceso, ya que las decisiones judiciales podrían impactar significativamente en la dinámica familiar.