Estefanía Pasquini, reconocida nutricionista y esposa del doctor Alberto Cormillot, ha compartido recientemente una reflexión profunda y sincera sobre las críticas que ha recibido por su cuerpo y su maternidad. En un emotivo post en sus redes sociales, Estefanía explicó cómo fueron los primeros meses al cuidado de su hijo Emilio y cómo los comentarios negativos que le llegaron a través de las redes sociales afectaron su bienestar emocional.
Estefanía comenzó su relato recordando los desafíos que enfrentó durante los primeros meses de vida de Emilio. "Estaba llena de miedos", confesó, describiendo cómo la llegada de su hijo coincidió con momentos difíciles en su vida personal y familiar. Su padre comenzaba a mostrar conductas preocupantes, y su esposo Alberto estaba internado por cáncer. En medio de esta situación, Estefanía se encontraba dividida entre cuidar a su bebé, atender a su esposo y manejar sus responsabilidades profesionales.
"Volvía a mi casa a darle la teta, volvía a estar con Alberto, atendía pacientes desde el baño en forma online, comía cuando podía, si tenía hambre, porque tenía un bebé de seis meses al cual no podía hacerlo empezar a comer bien porque casi no estaba, porque estaba llena de miedos", compartió Estefanía. La nutricionista también mencionó el apoyo que recibió de su madre y amigos, quienes la ayudaron a darle papillas a Emilio mientras ella lidiaba con múltiples problemas.
A pesar de los desafíos, Estefanía se encontró con críticas constantes sobre su cuerpo y su forma de criar a su hijo. "Me criticaban por darle papilla, por estar flaca, por cualquier cosa, sin saber el infierno que estaba viviendo, lo triste que estaba", recordó. Estos comentarios negativos, provenientes de personas que no conocían su situación, solo añadieron más presión y estrés a su vida.
Estefanía también mencionó cómo algunas personas cercanas hicieron comentarios hirientes sobre su apariencia y sus habilidades como madre. "Lo más triste fue enterarme de personas que no esperaba comentarios como 'me gustaría vestirme bien pero no puedo porque no soy anorexia'. No, mi amor, no te vestís bien porque no tenés sentido del gusto", escribió, mostrando su frustración ante la falta de empatía y comprensión.
A pesar de las críticas y los desafíos, Estefanía ha encontrado fuerza en su experiencia y ha aprendido a valorar su resiliencia. "Siempre creo que lo que no te mata te fortalece y hoy creo que soy una físicoculturista", afirmó, destacando cómo ha superado los obstáculos y ha salido fortalecida de las dificultades.
En su reflexión, Estefanía también subrayó la importancia de buscar ayuda profesional y de no huir de los momentos difíciles. "Hay que laburar para salir de los pozos, hay que armarse de todos los profesionales necesarios y no esquivar el momento, sentirlo, vivirlo, pasar por esa incomodidad, malestar, tocar fondo si es necesario", aconsejó. Esta reflexión es un recordatorio de que los procesos de sanación y crecimiento personal requieren tiempo, esfuerzo y la voluntad de enfrentar los desafíos de frente.