Guillermo Francella y Marynés Breña, una de las parejas más queridas y respetadas del mundo del espectáculo argentino, han decidido poner fin a su relación de 36 años. La noticia, revelada por la periodista Paula Varela, ha conmocionado a todos los que los conocen y siguen.
Según Varela, la separación se debió a una crisis profunda que la pareja venía atravesando desde hace tiempo. Guillermo Francella, conocido por su icónica frase "¡Hermosa noche, ¿verdad?", al ganar el Martín Fierro de Oro, no mencionó a su familia en su discurso, lo que algunos interpretaron como una señal de que algo no estaba bien.
Además, en el último tiempo, Francella fue visto viajando solo junto a su hermano, mientras que Marynés también hizo viajes por su cuenta. La relación entre Guillermo y Marynés comenzó en 1987, cuando ella era azafata y él un joven actor. Se conocieron en una fiesta y, a pesar de las diferencias de edad y vida, se enamoraron rápidamente. Se casaron en 1989 y han compartido una vida llena de amor, risas y desafíos.
Juntos, criaron a sus dos hijos, Nicolás y Yoyi, quienes han visto crecer a sus padres como una pareja ejemplar. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas cambiaron. Guillermo, muy ocupado con su carrera, y Marynés, cada vez más independiente, comenzaron a distanciarse.
Aunque intentaron salvar la relación, la crisis final fue inevitable. A pesar de la separación, ambos siguen manteniendo una buena relación y compartiendo eventos familiares.
La noticia de su separación ha generado muchas reacciones en las redes sociales, con fans y colegas expresando su tristeza y solidaridad. Guillermo y Marynés han sido un ejemplo de amor duradero y compromiso, y su separación es un recordatorio de que incluso las relaciones más fuertes pueden enfrentar desafíos.
La separación de Guillermo Francella y Marynés Breña es un capítulo triste en la historia de una pareja que ha sido un faro de amor y compañerismo durante más de tres décadas. Aunque la relación ha llegado a su fin, su legado de amor y dedicación perdurará en los corazones de quienes los conocieron y admiraron.