Marina Calabró, reconocida periodista y figura de la televisión argentina, ha dado un paso significativo en su carrera al unirse al panel de analistas de la nueva edición de Gran Hermano. En una reciente entrevista, la joven compartió sus impresiones y expectativas sobre este nuevo desafío profesional, revelando tanto su entusiasmo como las presiones que conlleva.
Gran Hermano, uno de los reality shows más populares y longevos de la televisión, está a punto de iniciar una nueva temporada, y con ello, se han anunciado varios cambios en su panel de analistas. Marina Calabró se une a un equipo compuesto por figuras como Gastón Trezeguet, Laura Ubfal, Sol Pérez y Ceferino Reato. Este grupo será el encargado de desmenuzar las dinámicas de convivencia y las estrategias de los participantes dentro de la casa más famosa del país.
En su conversación, Calabró expresó su entusiasmo por formar parte de este proyecto, destacando que se trata de una oportunidad única en su carrera. "Estoy con mucha expectativa", comentó. "También estoy empezando a sentir la presión de un formato que es enorme, que es un gran éxito y del que ya se empieza a hablar otra vez. Es como si fuera una cuenta regresiva, por lo que estoy pensando cómo delinear algo que aporte".
A pesar de no haber tenido aún reuniones formales con la producción del programa ni detalles específicos sobre el casting, Calabró está evaluando su enfoque y cómo puede diferenciarse dentro del equipo. "Quiero hacer un aporte, encontrar un matiz que sea distinto al de Laura, al de Ceferino, al de Sol, al de Gastón y al del resto del equipo", afirmó.
La periodista también reflexionó sobre los tipos de participantes que le llaman la atención. "Me atraen los jugadores vistosos, el que propone algo en la casa, el que entretiene. La casa es también un show en sí mismo. Entonces me atrae el que genera, el que picantea, el que provoca, el que combate. No verbalmente, y explicó: “No creo en los maquiavélicos dentro del programa”.
Calabró también compartió sus pensamientos sobre la última edición del reality y cómo los perfiles de los competidores pueden reflejar las tendencias sociales. "Se habló mucho si Marcos Ginocchio fue el subproducto de una época donde el público valoraba el consenso y Furia, el emergente de un tiempo de confrontación. No lo sé. Me divierte como hipótesis para plantearla sobre la mesa, jugar y especular. La verdad es que me parece que tiene más que ver con la dinámica que se genera en la casa y cómo se articulan las relaciones", explicó.
Además, destacó la personalidad de Scaglione, una participante que causó sensación en la edición pasada. "Era una líder positiva y por momentos era una negativa. Sin embargo, llevó adelante todo de punta a punta, prácticamente invisibilizó o forzó al resto de los participantes a acomodar el juego a la lógica que ella planteaba".