Las vacaciones de Maru Botana y su familia en Italia fueron mucho más que un simple viaje. Fueron una oportunidad para reconectar, disfrutar y crear recuerdos que durarán toda la vida. Maru ha demostrado una vez más que, a pesar de los desafíos, es posible encontrar momentos de felicidad y unión en familia. Su capacidad para equilibrar su carrera y su vida familiar es una inspiración para muchos, y su actitud positiva y amorosa es un ejemplo de cómo enfrentar la vida con alegría y gratitud.
Maru Botana ha compartido en varias entrevistas cómo organiza su vida para poder equilibrar su carrera profesional con su rol de madre. A pesar de los desafíos, siempre ha encontrado la manera de estar presente para sus hijos y de crear momentos especiales como estas vacaciones. En una entrevista reciente, Maru mencionó: "Es como bastante difícil cuando tenés siete hijos. Van sucediendo las cosas, trato de organizarme, pero es difícil cuando tenés que mantener tu trabajo, tu familia, tus proyectos, tus viajes, tus sueños, tus locales". Esta declaración refleja la realidad de muchas madres trabajadoras que buscan el equilibrio entre sus responsabilidades profesionales y familiares.
Recientemente, en sus redes sociales volvió a hablar del tema y mencionó:
Los amo infinito. Gracias a todos por tan lindos mensajes, esta familia es lo más lindo e importante de mi vida con todo lo vivido y por vivir.
Desde que empezamos a construirla, siempre trabajamos mucho, con amor, pasión y unas ganas infinitas de ser mamá. Siempre lo pedía cuando pasaba por debajo del puente al pasar el tren.
Soñaba con tener muchos hijos, y también con mi cocina, mi locura por cocinar que no tiene límites. Así fue y es, formando un 360 de trabajo y familia, donde trato de superarme todos los días de mi vida.
No soy la mejor, pero soy feliz, felicísima con mi vida de muchísimo trabajo. Amigos y mis hijos que amo infinito. Son distintos, son fuertes, independientes, y con personalidades tan diferentes que me encanta. Lo son todo en mi vida, me apoyan, me llenan la casa de buenas energías con amigos y bolonki.
Me desafían y me enseñan a vivir la vida todos los días, disfrutándola, con lo lindo y lo no tanto.
Amo a mi familia y no somos la perfecta, pero si la que soñé y la que todos los días me hace vivir al máximo cada minuto de mi vida. Gracias por tanto amor, por tanto, por mostrarme que es mucho más lindo una casa vivida que una casa perfecta.