Luis Landriscina, el venerado humorista y cuentista argentino, ha sido internado en la Fundación Favaloro a los 88 años debido a una afección cardíaca. La noticia fue confirmada por su esposa, Guadalupe Mancebo, y ha causado una gran conmoción entre sus seguidores y colegas.
Conocido por su habilidad para capturar la esencia de la cultura argentina a través de sus cuentos y anécdotas, Landriscina ha sido una figura emblemática en el mundo del espectáculo latinoamericano. Su estilo único, que combina humor y sabiduría, ha trascendido generaciones y se ha convertido en parte del patrimonio cultural de la región.
La hospitalización de Landriscina ha llevado a muchos a reflexionar sobre su legado y la huella indeleble que ha dejado en el arte de contar historias. A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos reconocimientos y premios, pero quizás su mayor logro ha sido ganarse el cariño y el respeto de un público diverso, que lo ha seguido fielmente a lo largo de los años.
Landriscina, nacido en diciembre de 1935, ha vivido una vida plena y ha compartido su talento no solo en escenarios y programas de televisión, sino también en la radio y el cine. Su contribución al folklore argentino y su capacidad para entretener e iluminar con sus palabras lo han establecido como un verdadero prócer del humor argentino.
La Fundación Favaloro, donde actualmente se encuentra recibiendo atención médica, es una de las instituciones más prestigiosas de Argentina, conocida por su excelencia en el cuidado del corazón. La familia del humorista ha pedido privacidad en este momento difícil, mientras esperan los resultados de los estudios coronarios que se le están realizando.
La última aparición pública del actor fue en enero de 2024 en el Festival de Cosquín, donde fue homenajeado en reconocimiento a los 60 años de su primera actuación en el evento. A pesar de haberse retirado de los escenarios, Landriscina nunca ha dejado de ser un referente en el mundo del folklore y el humor.