El cantante L-Gante atraviesa un momento complicado tanto en su salud como en el ámbito legal. En los últimos días, ha revelado que enfrenta problemas cardíacos, renales y gastrointestinales, lo que lo ha obligado a modificar su estilo de vida y reducir el ritmo de sus actividades. Al mismo tiempo, su situación financiera se ha vuelto crítica debido a una deuda millonaria que mantiene con su exabogada, Sabrina Cipolla, quien ha iniciado acciones legales en su contra.
El artista contó que, tras realizarse un chequeo médico, recibió un diagnóstico inesperado que lo obligó a replantear su rutina. “Nos llevamos una sorpresa y tuve una charla más seria con los médicos”, explicó. Según detalló, deberá seguir una dieta estricta, evitar el estrés y someterse a controles médicos periódicos para tratar sus afecciones cardíacas, renales y gastrointestinales.
A pesar de la gravedad del diagnóstico, L-Gante aseguró que no dejará la música, aunque sí reducirá la intensidad de su agenda. “Tengo que bajar el ritmo, darle más atención a mi salud. No somos robots, el cuerpo pasa factura”, expresó en una entrevista reciente.
En el plano legal, L-Gante enfrenta una demanda por una deuda de $25 millones que mantiene con su exabogada, Sabrina Cipolla. Según la letrada, el cantante no pagó los honorarios correspondientes a su representación en un juicio iniciado por su expareja, Tamara Báez, en 2022. Debido a esto, Cipolla inició una demanda ejecutiva que llevó a la inhibición y embargo de los bienes del artista.
La abogada también señaló que, aunque L-Gante proyecta una imagen de lujo en redes sociales, su realidad financiera es muy diferente. “Se muestra con mucho oro, viaja a Europa y presume marcas de lujo, pero no posee bienes inmuebles a su nombre, solo tres vehículos”, explicó Cipolla.