Netflix sumó recientemente a su catálogo una intrigante película erótica que todos los fanáticos de las historias inusuales deben ver. Con una trama súper original, dura menos de dos horas y se posiciona como uno de los títulos más vistos del momento, sobre todo porque sus protagonistas son Keanu Reeves y Ana de Armas.
"Lado oscuro del deseo" es la producción que se encuentra en el catálogo de Netflix Argentina junto a "El practicante", "La gran noche del pop" y "Encontrando un destino". Se lanzó oficialmente en 2015 y fue dirigida por Eli Roth, quien también escribió el guion.
"Tras darles refugio a dos mujeres jóvenes durante una tormenta, le cambia la vida a un padre y esposo devoto que se queda solo un fin de semana", es la sinopsis oficial. Debido a ciertas escenas que pueden resultar un poco fuertes, es apta para mayores de 16 años.
"Lado oscuro del deseo" en Netflix: todas las especificaciones de la película erótica
Como una secuela de la película de 1977 llamada "Juego mortal", esta cinta cuenta también con la participación de Lorenza Izzo, Aaron Burns e Ignacia Allamand. De acuerdo a los detalles de Netflix, se clasifica como "de terror, sensual y de suspenso".
Dura exactamente 1 hora y 39 minutos, y se debe tener precaución al reproducirla porque contiene escenas de violencia, sexo y lenguaje inapropiado. Tal como indica la descripción, Evan Webber (Reeves) es un arquitecto "felizmente casado" con Karen (Allamand), una artista de éxito. Sin embargo, todo cambia por completo.
Un día, su familia se va de viaje va a la playa, pero él debe quedarse en su casa por cuestiones de trabajo y para esperar una visita médica de su fisioterapeuta, Vivian (Colleen Camp), a causa de una lesión en el hombro. Su esposa, por su parte, le encarga entregar una escultura a su asistente, Louis (Burns), la cual debe ser enviada a una galería de arte.
Esa noche, en plena lluvia, golpean a la puerta y Evan sale a atender. Afuera se encontraban Génesis y Bel (Izzo y de Armas), dos chicas que "buscan la dirección de una fiesta" a la cual quieren asistir. Debido a que están incomunicadas y no saben cómo llegar al lugar, le piden permiso al hombre para usar su computadora.
Él las deja pasar, pero a partir de ese momento todo se vuelve perturbador. Las jóvenes no se van y Evan está indignado, puesto que permitió que abusaran de su confianza. Aunque trata de convencerlas de que se vayan, ellas optan por seducirlo y termina aceptando. Lo que sigue después es una enorme serie de inconvenientes.