Cuando a partir de 1989 se conoció en el mundo la película proveniente de Hong Kong The Killer, los expertos ya estaban listos para festejar y difundir a John Woo, porque su película anterior, A Better Tomorrow (1986) había dado pruebas de un realizador a seguir.
John Woo ya era un director con una filmografía prolífica en 1989, pero fue recién cuando se asoció al productor y director Tsui Hark que su carrera tuvo el despegue que buscaba. Aunque The Killer no fue mejor recibida que A Better Tomorrow en Hong Kong, su prestigio estaba asegurado y su fama mundial era una realidad. Su estilo, melodramático y excesivo, también tenía un espacio para homenajear a su realizador favorito: Jean-Pierre Melville. ¿Acaso existen películas de asesinos que no sean herederas de El samurai (1967)? Woo hizo un brillante pero no del todo comprendido paso por Hollywood y luego de una década volvió a Hong Kong, donde logró varios grandes éxitos. Una vez más, regresó a la producción internacional, primero con Silent Night (2023) y ahora nada menos que con esta remake de The Killer (2024).
Hay grandes cambios con respecto a la película original, pero no es justo ni necesario hacer una crítica comparándolas, al menos no a la hora de una evaluación final. Compararlas sólo sirve para entender que la hermosa locura del cine de Hong Kong de fines de los ochenta es imposible de hacer hoy en una producción internacional que transcurre en occidente. Ya el propio Woo filmaba diferente en el año 2000, no sería lógico un regreso a la forma alocada, brillante y primitiva de muchas escenas del original The Killer. Pero claro, esta remake no tiene el valor de un nuevo clásico, sino de una efectiva y por momentos original, película de acción.
Zee (Nathalie Emmanuel) es una misteriosa y temida asesina que trabaja en París. Pero, y como suele ocurrir en este género, se niega a completar un encargo, su jefe y mentor se volverá su peor enemigo. Zee no quiere matar a una joven cantante en un club nocturno donde realiza uno de sus sangrientos encargos. Por un golpe en la cabeza, la joven ha quedado momentáneamente ciega. Pero la situación se complica aún más para Zee, cuando un honesto e inteligente policía llamado Zey (Omar Sy) empieza a investigar el caso. La película cambia a un asesino por una asesina y al hacerlo nos evoca rápidamente al clásico Nikita (1990) de Luc Besson. Para confirmar dicha referencia, aparece en el elenco Tchéky Karyo, uno de los actores de aquella película francesa protagonizada por Anne Parillaud.
The Killer (2024) muestra el oficio de John Woo, aún cuando este no se encuentre en su momento de mayor prestigio ni logre sorprender como hace treinta y cinco años atrás. No se puede ser siempre vanguardia, aunque sí hay que decir que su estilo se mantiene y que puede resolver escenas con gracia, demostrando que es un autor y que logra diferenciarse de todos aquellos que filman acción sin corazón ni energía.
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