La relación entre Wanda Nara y L-Gante ha llegado a su fin por segunda vez en el año, y aunque en un principio parecía una separación en buenos términos, los días posteriores demostraron lo contrario. La conductora y el cantante de cumbia 420 tomaron una decisión contundente para marcar el cierre definitivo de su vínculo: dejaron de seguirse en redes sociales, una acción que en el mundo digital suele simbolizar el fin de una relación.
Después de meses de idas y vueltas, viajes y momentos difíciles, Wanda y L-Gante decidieron poner punto final a su historia. En un principio, ambos dieron su versión sobre los motivos de la separación, pero lo que parecía una ruptura tranquila cambió cuando tomaron la decisión de cortar todo tipo de contacto en redes.
Esta no es la primera vez que la pareja recurre a esta estrategia. En marzo, L-Gante había dejado de seguir a Wanda luego de que ella compartiera accidentalmente fotos íntimas y capturas de China Suárez y Mauro Icardi, lo que generó un gran revuelo. En ese momento, el cantante estaba enfocado en su recuperación tras una cirugía de clavícula, y la pareja intentaba frenar los rumores de crisis.
La primera en hablar sobre el final de la relación fue Wanda, quien aseguró que, aunque ella tomó la decisión de separarse, seguirá cuidando a L-Gante. “Lo dejé yo, pero lo voy a seguir cuidando”, expresó en diálogo con LAM. Además, aclaró que no se peleará con él, ya que tienen amigos en común y siempre estará disponible si él la necesita.
Sin embargo, en los medios se especula que la ruptura se debió a un episodio de infidelidad por parte de L-Gante. Según Yanina Latorre, Wanda recibió una foto del cantante besando a otra mujer la noche anterior, lo que la llevó a ponerle un ultimátum: “O haces un tratamiento o no va más”.
Por su parte, L-Gante también habló sobre la separación y aseguró que está enfocado en su salud. “Estoy bien, enfocado y tratando eso que me diagnosticaron los médicos”, explicó. El cantante reveló que se sometió a un chequeo general y recibió un diagnóstico que lo obligó a cambiar su alimentación y reducir el ritmo de su vida nocturna.