Migue Granados, el conductor del canal de streaming Olga, se vio envuelto en una polémica tras un sketch navideño en el que se emulaba un "pesebre viviente". Este contenido generó indignación en internautas y figuras mediáticas, incluyendo a Yanina Latorre y Eduardo Feinmann. En respuesta a las críticas, Granados optó por defender su trabajo, argumentando que nadie está obligado a ver el contenido si no les gusta.
Granados comenzó su defensa destacando que el canal de Olga es un proyecto independiente y no está financiado por el Estado. "Para la gente que nunca lo vio, la gente que lo vio ya le gusta... no hay nada que explicar, en todo caso, cuídense y tengan cuidado", dijo al aire de Olga. Continuó explicando que el sketch fue creado con la intención de romper el hielo y divertir a su comunidad, y que nunca ha habido intención de ofender a nadie.
El conductor también hizo referencia a la naturaleza subjetiva del humor y cómo diferentes personas tienen diferentes sensibilidades. "Para la gente que nunca lo vio, es un gran programa, muy lindo y muy acertado todo. Nunca pifian en nada, nunca hace falta pedir perdón, está todo muy bien", afirmó irónicamente. Granados insistió en que su canal es una plataforma de YouTube y que, por lo tanto, no está sujeto a las mismas normas que los canales de televisión tradicionales.
A pesar de su defensa, la reacción de los internautas fue negativa, con algunos usuarios denunciando el video y otros decidiendo dejar de seguir el canal. La polémica también generó comentarios de figuras públicas como Yanina Latorre, quien criticó a Granados por no asumir la responsabilidad de su contenido. "No se hace cargo", comentó Latorre en su programa radial, destacando que el sketch era inapropiado y pasadizo.
Granados, sin embargo, mantuvo su postura, reiterando que su canal es una plataforma de entretenimiento y que los espectadores tienen la opción de no ver contenido que no les guste. "No tenemos jefe, le hablamos a nuestra comunidad y es un canal de YouTube. Nadie está obligado a verlo. No es lo único que agarra una antena o es un canal del Estado. Hay youtubers que muestran cómo se limpian armas, hay youtubers que muestran cómo se rompe un candado... Listo, basta", concluyó su descargo.
La polémica sobre el sketch del pesebre viviente en Olga resalta la tensión entre la libertad de expresión y la sensibilidad de los espectadores. Mientras Granados defiende su derecho a crear contenido humorístico, los críticos argumentan que ciertos temas, especialmente aquellos relacionados con la religión, deben ser tratados con mayor respeto. La controversia subraya la importancia de considerar el impacto emocional de los contenidos en una audiencia diversa y la responsabilidad que tienen los creadores de contenido en la gestión de temas sensibles.
