Eugenia de Chikoff, conocida popularmente como la Condesa de Chikoff, fue una figura emblemática en Argentina, reconocida por su expertise en protocolo, cultura social y buenos modales. Nació en Buenos Aires el 29 de agosto de 1919 y falleció el 5 de enero de 2014, dejando un legado significativo en el mundo del estilo y la elegancia.
Su vida y trayectoria
Hija del Conde Juan Eugenio de Chikoff, Eugenia recibió una educación cosmopolita, estudiando en Francia, Inglaterra y Alemania.
A lo largo de su vida, se dedicó a cultivar su conocimiento sobre diversas culturas y tradiciones, lo que le permitió desarrollar una profunda comprensión de las normas sociales y el comportamiento apropiado en diferentes contextos.
Su pasión por el protocolo y las buenas maneras la llevó a convertirse en una referente en la materia, compartiendo sus conocimientos a través de libros, conferencias, apariciones en televisión y radio.
En la década de 1990, alcanzó gran popularidad gracias a su participación en diversos programas de televisión, donde brindaba consejos prácticos y amenos sobre etiqueta y comportamiento social.
Su estilo elegante y sofisticado, junto a su personalidad afable y humorística, la convirtieron en una figura querida y respetada por el público argentino.
Aportes a la sociedad de la Condesa de Chikoff
Eugenia de Chikoff promovió la importancia de la cortesía, el respeto y la consideración hacia los demás como pilares fundamentales para una convivencia armónica.
Enfatizó la importancia de la educación y el conocimiento como herramientas para desenvolverse con seguridad y confianza en cualquier ámbito social.
Defendió la elegancia como una forma de expresión personal que refleja valores como la distinción, la sobriedad y el buen gusto.
Su legado continúa inspirando a las nuevas generaciones a cultivar valores como el respeto, la responsabilidad y la consideración hacia los demás.
10 consejos de la Condesa de Chikoff
Saludo firme: Al saludar, ofrezca un apretón de manos firme y sonriente, sin realizar movimientos bruscos del brazo.
Asiento seguro: Al sentarse, evite mirar dónde va a ubicarse, mantenga la compostura y siéntese con confianza.
Pantalón impecable: Los hombres deben evitar levantar el pliegue del pantalón al sentarse, manteniendo una apariencia cuidada.
Postura correcta en la mesa: No apoye la espalda en la silla mientras come, mantenga una postura erguida y elegante.
Brazos posicionados: Apoye los brazos y las manos sobre los antebrazos de la silla, demostrando tranquilidad y equilibrio.
Comida a la boca: Evite llevar la boca a la comida, sirva la porción adecuada en su tenedor y acérquela a su boca con elegancia.
Evite la ansiedad: Antes de un evento, coma algo ligero para evitar demostrar ansiedad por la comida.
Movimientos lentos: Realice todos los movimientos en la mesa con lentitud y delicadeza, proyectando serenidad y control.
Copa con estilo: Al tomar la copa, levántela hasta la altura de la cara y beba con un suave movimiento de muñeca de afuera hacia adentro.
Posición del tenedor: Cuando tome un descanso durante la comida, coloque el tenedor sobre el plato con la cavidad hacia abajo. Al finalizar, gírelo para que la cavidad quede hacia arriba.