Sabrina Rojas, siempre frontal y auténtica, sorprendió a todos al revelar una faceta poco conocida de su personalidad durante el programa Pasó en América. En un momento de confesiones, la actriz y conductora admitió que tiene una técnica particular para espiar a personas en las redes sociales, algo que ella misma calificó como “re tóxica”.
Su sinceridad generó risas y complicidad entre sus compañeros de panel, pero también abrió un debate sobre las dinámicas de las relaciones en la era digital.
La expareja de Luciano Castro explicó que utiliza dos cuentas falsas en Instagram para llevar a cabo su espionaje virtual. Una de estas cuentas tiene un nombre masculino, que emplea para observar a mujeres, mientras que la otra tiene un nombre femenino, destinada a seguir a hombres. “Para que no se sospeche, ¿entendés? Re tóxica”, confesó Sabrina, desatando carcajadas en el estudio. Este detalle, aunque contado con humor, refleja una práctica que no es tan inusual en el mundo de las redes sociales, donde la curiosidad y los celos a menudo llevan a las personas a buscar maneras de observar sin ser vistas.
El tema surgió mientras el panel discutía sobre los movimientos en redes sociales de figuras mediáticas como Wanda Nara y L-Gante. Sabrina aprovechó la ocasión para compartir su experiencia personal, lo que generó un clima de confesiones entre sus colegas. Natalie Weber, por ejemplo, admitió que también tiene una cuenta falsa, pero aclaró que la utiliza para seguir a personas que no le agradan. “Tengo otra cuenta donde sigo a todas las que stalkeo y odio”, comentó, generando más risas y miradas cómplices.
Sabrina también reveló que, en ocasiones, utiliza estas cuentas para entrar a transmisiones en vivo de otras personas, ya que le da vergüenza aparecer con su perfil real. “No siempre es para la maldad”, aclaró, dejando en claro que su espionaje virtual no siempre tiene intenciones negativas. Sin embargo, su confesión no dejó de ser un reflejo de las complejidades de las relaciones modernas, donde las redes sociales juegan un papel central en la interacción y la percepción de los demás.