Massiel había consagrado su vida a ser monja. Tomás amaba ser sacerdote. Ambos habían estudiado teología juntos, pero hasta ese momento, nada hacía pensar que el amor los uniría.
Tomás Cam se preparaba para ser cura. Sin embargo, la vida le tenía preparado otro camino. “Yo salí del seminario después de siete años. Ella salió después de seis años en el convento”, contó. Ambos se conocieron mientras estudiaban teología, pero, en ese entonces, no formaron una amistad.
"Recuerdo haber hablado máximo, no sé, tres veces con ella en todos esos años. Realmente yo estaba súper enfocado en lo mío”, agregó.
Dicen que el amor llegar cuando menos se espera y de formas inesperadas, y vaya si ocurrió con este romance de una monja y un sacerdote que sin imaginarlo se enamoraron y ahora viven su historia de amor. Son unos novios muy unidos, que se basan en la confianza para continuar adelante y fortalecer su vínculo.
El corazón no elige de quién enamorarse. Esto fue lo que les sucedió a esta monja y a este sacerdote que abandonaron la iglesia para poder tener una vida en la que pudieran cumplir todos esos planes que soñaban.
Massiel Pereyra dejó el convento y regresó a la vida laica. Por su parte, Tomás abandonó el sacerdocio y los hábitos un año después que ella. Tiempo después, la pareja se contactó por redes sociales y comenzó una relación sentimental.
Ya una vez fuera de la Iglesia, se contactaron por las redes sociales y coordinaron para verse en el Puente de los Suspiros, en Lima. “Todo realmente empezó cuando comenzamos a hablar. ¿No sé si alguna vez han visto esas películas donde la persona habla y la otra no la escucha sino que simplemente la contempla? Así me pasó a mí. Me encantó. Y simplemente quise seguir escuchándola”, dijo Massiel sobre el primer encuentro.
Actualmente, llevan varios meses de relación y comparten su amor a través de las redes sociales.