Recientemente, Juan Otero, el hijo de la reconocida actriz y conductora Florencia Peña, compartió detalles íntimos sobre su crianza y la influencia de su madre en su vida. En una entrevista con el periodista Sebastián Soldano para “Socios del Espectáculo”, Juan se mostró sin filtros al hablar de su infancia, su relación con sus padres y cómo ha enfrentado los desafíos de crecer en el ojo público.
Juan, quien cumplió 15 años recientemente, destacó la importancia de la libertad en su hogar. Desde pequeño, se sintió libre para expresarse y ser él mismo, sin importar las críticas o las miradas ajenas. “Yo de la nada salía, me ponía los tacos de mi mamá, me ponía el blazer de mi mamá, me ponía el tapado de mi mamá, me ponía la ropa de mi hermano, siempre se la saqué. Era como un mix de todo, o sea, todo, no me importaba nada”, recordó Juan. Esta libertad, según él, fue fundamental para su desarrollo personal y su confianza.
La honestidad también jugó un papel crucial en su crianza. Juan mencionó que siempre fue honesto consigo mismo y con su entorno, lo que a veces resultó en situaciones difíciles, especialmente con su padre, el músico Mariano Otero. “A él le re costó mi honestidad. Por ahí me pintaba las uñas, me maquillaba y hacía cosas que a él le resultaban lo peor del planeta. Sentía que eso que veía, no era yo. Pensaba que me dejaba influenciar por el entorno… pero la verdad es que yo estaba empezando a elegir ser como realmente era”, confesó Juan.
En este contexto, Florencia Peña jugó un rol mediador esencial. Juan destacó cómo su madre intervino para que la relación con su padre no se rompiera. “Mi mamá fue la que intervino, hizo lo suyo desde el diálogo. Ella le decía que había que entenderme, ayudarme, acompañarme y papá de a poco, lo empezó a llevar mejor”, explicó Juan. Este apoyo incondicional de su madre fue clave para que pudiera sentirse aceptado y comprendido en su hogar.
Además, Juan habló sobre la separación de sus padres y cómo esto influyó positivamente en su vida. “Siento que me encanta tener padres separados. Es lo mejor que me podría haber pasado. Siento que siempre los dos proyectaron en mí cosas diferentes”, comentó. Esta perspectiva le permitió valorar las distintas enseñanzas y experiencias que cada uno de sus padres le brindó.
Otro aspecto importante de su crianza fue la terapia. Desde pequeño, Juan asistió a sesiones de terapia, lo que le proporcionó un espacio seguro para hablar y procesar sus emociones. “Desde chiquito hice terapia, sí. Porque era como el espacio que yo tenía para hablar”, reveló. Este recurso le ayudó a manejar las críticas y el “hate” que a veces recibía por su forma de ser y de expresarse.
En cuanto a temas delicados como las drogas, Juan mencionó que su madre siempre abordó el tema desde la no prohibición, lo que le permitió tomar decisiones informadas y responsables. “Gracias a la no prohibición es que yo hoy en día no consumo drogas y no me ven en cualquier cosa”, afirmó.
