La serie El Chacal es una versión libre de la novela de Frederick Forsyth (El día del Chacal) publicada en 1971. Forsyth, que era un periodista del diario británico The Observer, se inspiró en el más conspicuo de los muchos atentados contra el entonces presidente de Francia Charles de Gaulle. La novela se convirtió de inmediato en un clásico del espionaje en plena Guerra Fría y dos años más tarde se llevó al cine en una película dirigida por Fred Zinnemann.
La ficción creada por el novelista irlandés Ronan Bennett (Top Boy) conservó el nudo central de la novela pero se ocupó de adaptarlo a la realidad contemporánea: la situación geopolítica y los poderosos controles actuales activados por las nuevas herramientas tecnológicas, las redes y la inteligencia artificial.
Hoy no resulta tan fácil escabullirse y desaparecer después de cometer un llamativo asesinato, como el que abre la historia: el Chacal, convertido en un empleado de la limpieza de una empresa, dispara contra una cantidad de miembros de un partido neonazi cuyo líder tiene buenas posibilidades de ocupar el gobierno.
La transformación es perfecta, con mascarillas de látex, prótesis y aditamentos que recuerdan los que usaba aquel personaje de la serie Misión imposible en la década del sesenta. Tampoco es casual el apodo: una breve captura de un texto describe al chacal, el animal, como un depredador capaz de transformar su aspecto para cazar a su presa. Sin llegar tan lejos, la virtud del chacal es su capacidad de adaptarse a los cambios rápidos del ambiente, pero aun así resulta apropiada para un asesino a sueldo.
Eddie Redmayne (premio Oscar por La teoría del todo) tiene las condiciones necesarias: es frío, impávido, naturalmente elegante y eficiente en extremo. Al verlo ensamblar un arma de muy delicada factura despierta la clase de admiración que genera un cirujano cerebrovascular. Es un arma capaz de disparar a un objetivo que está a más de tres kilómetros y medio de distancia con asombrosa precisión.
Algo así, nunca visto, desata una búsqueda infatigable de una agente del MI6, Bianca (Lashana Lynch) experta en armas, segura de que hay una próxima víctima. No es el presidente de una república, como en la novela de Forsyth, pero en términos de manejo del poder es un equivalente adecuado: un mega multimillonario del ramo de la tecnología que está por lanzar un programa que revelará las cuentas secretas de los multimillonarios del mundo.
El mundo es uno de los personaje de la serie: la acción transcurre en Londres, Munich, París, Estonia, Berlín, Bielorrusia, Belfast, Croacia y Cádiz, donde está la casa particular del Chacal y donde vive su mujer (Úrsula Corberó) molesta porque el hombre nunca está en casa. También Bianca, la agente, tiene disgustos familiares, su trabajo es altamente riesgoso.
El Chacal tiene una buena historia, una gran banda de sonido (Radiohead, Etta James, Blur) y un dilema moral que invita a reflexionar sobre los “buenos” y los “malos”. Tal vez podría ser menos extensa. Hay cinco episodios disponibles y otros cinco se verán semanalmente, en Disney+.