Un loro se volvió viral en TikTok luego de que engañara a testigos de Jehová, quienes esperaron por 30 minutos en el exterior de una casa con la esperanza de que alguien les abriera la puerta.
Los testigos indicaron que no se retiraron del domicilio porque escucharon que alguien les decía “ahí voy”, por lo que pensaron que una persona les iba a abrir, pero en realidad se trataba de un perico.
“Voy llegando a la casa y había unos testigos de Jehová. Les pregunto qué se les ofrece. Me dicen ‘estamos esperando que nos abran porque hay una persona que está diciendo ‘ahí voy, ahí voy’.
“Pero no hay nadie, estoy solo. Es un periquito que tenemos que toca la puerta y dice ‘ahí voy’. Este loco -el loro- ahí tiene 30 minutos a los testigos de Jehová esperando porque les está diciendo ‘ahí voy, ahí voy’”, relató el dueño del perico.
Por medio de su cuenta oficial de TikTok, @jhosuargz mostró cómo, al tocar la puerta de su vivienda, el perico dice “ahí voy”. El video generó más de mil reacciones y comentarios de usuarios de la red social, en donde no pudieron contener las risas al ver la broma del ave.
“Soy testigo y la verdad sería una gran experiencia para recordar”, apuntó un usuario. “Sería muy divertido poner en práctica lo mismo pero con mis amigos, una anécdota que verdaderamente recordaríamos”, remarcó otra persona.
Si bien a la mayoría le causó gracia la situación, otros usuarios indicaron que no se trataba de testigos de jehová, ya que por la pandemia de coronavirus comenzaron a predicar de otra forma. “Hace más de dos años que no predicamos de casa en casa, por lo tanto ningún testigo esperará afuera de una casa por 30 minutos”, explicó un joven.
Los pericos y la manera en la que imitan los sonidos de los seres humanos
Según consignó Alexander Hernández, zootecnista con maestría en Bienestar Animal en la Universidad de Barcelona, en declaraciones con el medio El espectador, “primero hay que tener claro que los loros no pueden hablar y tampoco hablan”.
En ese marco, subrayó que estas aves simplemente imitan sonidos del entorno donde se encuentran, y las palabras que repiten no las comprenden.
Por otro lado, remarcó que en su entorno salvaje, los loros se comunican con los demás imitando los diferentes sonidos que escuchan en el resto de su grupo. “Esta conducta se repite cuando es llevado a un entorno doméstico”, subrayó.
Asimismo, especificó que los loros no tienen cuerdas vocales, sino que se trata de un órgano llamado siringe, que les posibilita producir sonidos a través de vibraciones.