La nueva edición de Gran Hermano ha traído consigo una serie de cambios y novedades que han sorprendido tanto a los participantes como a los espectadores. Santiago del Moro, el conductor del programa, reunió a los 24 participantes para anunciar las modificaciones en las reglas del juego, que buscan mantener el interés y la emoción a lo largo de la competencia.
Una de las principales novedades es la introducción de un kiosco en la casa. Los participantes deberán ganar "golden tickets" a lo largo de los días, que les permitirán canjear productos que no se encuentran en el supermercado. Este kiosco no solo añade un elemento de sorpresa y recompensa, sino que también fomenta la cooperación y el trabajo en equipo.
Otra modificación importante es el cambio en el rol del líder de la semana. Ahora, el líder no solo podrá bajar de placa a un jugador y subir a otro, sino que también podrá elegir a uno o más participantes que no puedan nominar en la primera gala. Esta nueva herramienta permite al líder tener un mayor control sobre las nominaciones y las estrategias dentro de la casa.
En cuanto a los gritos del exterior, Santiago del Moro explicó que los participantes deben regresar inmediatamente a la casa si escuchan un grito, sin esperar su orden. Además, no pueden hacer referencia entre ellos sobre los gritos ni recoger objetos que caigan en el jardín. Esta medida busca preservar la integridad del juego y evitar que los participantes reciban influencias externas que puedan alterar la dinámica de convivencia.
Para equipar el gimnasio y obtener máquinas más modernas, los participantes deberán ganarlas a través de desafíos y aprender a trabajar en equipo. Santiago del Moro también mencionó que habrá algunos problemas domésticos que los participantes deberán resolver, lo que añade un elemento de adaptabilidad y resolución de conflictos a la competencia.