Wanda Nara ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras sus recientes declaraciones sobre su expareja, Mauro Icardi. La empresaria y conductora de televisión afirmó que el futbolista fue despedido del Paris Saint-Germain debido a la aparición de Eugenia "La China" Suárez en su vida, lo que habría afectado su imagen dentro del club.
En una entrevista televisiva, Wanda Nara explicó que, a pesar de la infidelidad de Mauro, ella continuó apoyándolo en su carrera profesional, incluso facilitando su transferencia a Turquía, donde el delantero se convirtió en ídolo y logró títulos importantes. Sin embargo, la empresaria aseguró que la situación cambió cuando sus hijas comenzaron a verse afectadas por los conflictos familiares.
Uno de los episodios más recientes que generó controversia fue el encuentro de Icardi con sus hijas en su residencia de Nordelta. Según Wanda, el futbolista organizó una reunión en la que participaron aproximadamente quince personas, incluyendo a La China Suárez, a pesar de que la Justicia había determinado que el encuentro debía ser exclusivamente entre padre e hijas. Esta situación habría generado un gran estrés en las menores, quienes no estaban emocionalmente preparadas para compartir con terceros ajenos al vínculo familiar.
La empresaria expresó su indignación por la falta de respeto a las medidas judiciales y aseguró que no interferirá en la vida personal de Icardi, pero que su prioridad es el bienestar de sus hijos. Además, reveló que sus hijas manifestaron no querer compartir tiempo con La China Suárez, decisión que ella respeta completamente.
El conflicto parece no tener fin, y cada nuevo episodio suma más tensión a la relación entre ambos. La empresaria ha dejado en claro que no permitirá que sus hijas sean afectadas por la situación y que tomará todas las medidas necesarias para protegerlas. Mientras tanto, el futbolista enfrenta las consecuencias de sus decisiones y la presión mediática que rodea su vida personal.
