La mediática Wanda Nara ha vuelto a ser protagonista de un escándalo mediático tras regalar a su hijo Benedicto, de 13 años, tres cuatriciclos costosos y peligrosos para su cumpleaños. La noticia ha generado una ola de críticas y controversias en las redes sociales y entre los seguidores de la figura pública.
El regalo, que incluye tres cuatriciclos de diferentes tamaños y capacidades, ha sido considerado por muchos como una muestra de ostentación y una falta de responsabilidad parental. Los vehículos, que pueden costar entre 10 y 27 millones de pesos, fueron presentados por Wanda en sus historias de Instagram, donde Benedicto aparece subiéndose y probando los cuatriciclos.
La controversia se intensificó debido a la coincidencia temporal con el accidente de su novio, el cantante L-Gante, quien sufrió una fractura de clavícula tras un vuelco en un cuatriciclo en la playa de Pinamar. Este incidente ha puesto de relieve los riesgos asociados con estos vehículos y ha generado indignación entre quienes consideran que Wanda Nara no ha aprendido de los errores del pasado.
Muchos usuarios de redes sociales han expresado su preocupación por la seguridad de Benedicto y han criticado a Wanda por darle a su hijo vehículos tan peligrosos a tan temprana edad. Algunos han señalado que estos regalos podrían ser una mala influencia y que podrían poner en riesgo la vida del joven.
Wanda Nara, conocida por su estilo de vida lujoso y su presencia constante en los medios, ha defendido su decisión, argumentando que los cuatriciclos son una forma de diversión y que Benedicto los manejará de manera segura. Sin embargo, sus críticos no se han dejado convencer y continúan cuestionando su juicio y responsabilidad como madre.
La polémica ha generado un debate sobre la influencia de los padres en la vida de los hijos y sobre la responsabilidad de las figuras públicas en la promoción de comportamientos seguros y responsables. Mientras algunos defienden la libertad de los padres para tomar decisiones sobre los regalos y actividades de sus hijos, otros insisten en la necesidad de un enfoque más cauteloso y consciente.